Culminando los esfuerzos del país por tener un avión de combate propio, Corea del Sur presentó el pasado 9 de abril el prototipo de su primer caza autóctono, el KAI KF-21, antes denominado KF-X. El caza, pintado con el clásico gris de baja visibilidad, designado como KF-21 Boramae (águila en coreano), fue presentado oficialmente en la planta de la empresa Korea Aerospace Industries KAI, que lo ha diseñado y construido. Estamos ante un hito muy importante, de un programa que comenzó hace más de cinco años, valorado en torno a 8,8 billones de wones (6.683 millones de euros), para reemplazar las veteranas flotas de cazas F-4E Phantom y F-5E/F Tiger II de su Fuerza Aérea.
La presentación fue encabezada por el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, lo que da idea de la importancia del programa para esta nación asiática, vecino de la problemática Corea del Norte, y muy cercano a la superpotencia China. Moon Jae-in aseguró que el KF-21 se convertirá en la columna vertebral de la Fuerza Aérea, y definió el acto de presentación, como la "apertura de una nueva era" en la defensa nacional independiente y un momento "emblemático" en la historia de la industria aeroespacial.
La Administración del Programa de Adquisiciones de Defensa o Defense Acquisition Program Administration (DAPA), a través de un comunicado, afirmó que la puesta en funcionamiento del prototipo es un paso importante en el proceso de desarrollo, ya que significa que se está entrando en la fase de pruebas de las capacidades del caza, después de haber construido lo que solamente se tenía en "esbozos".
La primera prueba de vuelo está programada para el próximo año, con la vista puesta para finalizar su desarrollo en 2026, momento en el que Corea del Sur podrá presumir de poder desarrollar un avión de combate propio, entrando en un selecto club de sólo 12 naciones. Una vez en producción la Fuerza Aérea prevé contar con 40 unidades en 2028 y con otros 80 KF-21 adicionales en 2032.
Este cazabombardero en sus primeras serie no tendrá capacidad furtiva o stealth, desde la DAPA se anunció que se seguirá investigando para conseguir una potencial transformación que le otorgue dicha capacidad, entre otras, en el futuro. Así cuando lleguen los del Bloque 2, que incorporará la capacidad aire-suelo, el armamento iría guardado en una bodega interna, para lo que se diseñará una nueva estructura para reducir su firma radar o Radar Cross-Section (RCS) y se utilizará integralmente pintura que favorezca dicho efecto stealth, denominada como Radar-Absorbent Materials (RAM).
De esta forma KAI pretende lograr el nivel de discreción radar similar al bombardero estadounidense Lockheed F-117A (0.025 Mts2). Si el programa marcha bien y la tecnología necesaria se logra dominar, en un hipotético Bloque 3 estaríamos hablando de un avión verdaderamente de 5ª generación con capacidades furtivas muy altas, equivalentes a los del F-35 (del que también se está dotando la ROKAF), e incluso similar al caza F-22 Raptor (al que se parece bastante exteriormente) y bombardero B-2.
Además del referido presidente, Moon Jae-in, asistió al evento, junto con otros funcionarios y oficiales militares coreanos, representantes de Indonesia, un socio en el desarrollo del proyecto, liderados por su ministro de Defensa, Prabowo Subianto. De hecho en la imagen se ve perfectamente que la parte delantera del fuselaje en el KF-21, además de la bandera de Corea del Sur la de Indonesia.
Recientemente había surgida dudas sobre el compromiso del Gobierno de Yakarta hacia el programa conjunto, después de que no materializase el pago del 20 por ciento de los costos totales de desarrollo del avión, que había prometido pagar. Sin embargo, durante sus reuniones con Moon y el ministro de Defensa de Corea del Sur, Suh Wook, Prabowo convino en que el proyecto del caza simboliza la confianza entre los dos países, lo que indicaría la intención indonesia de seguir participando en el programa. (Julio Maíz Sanz).
Fotografía: Imagen del prototipo de KF-21 durante su presentación en la planta de Sacheon. (foto KAI)