En el astillero estatal Tandanor han dado inicio las labores de actualización y mantenimiento mayor del submarino Clase TR-1700 ARA Santa Cruz, que demandarán un tiempo aproximado de dos años y estarán a cargo del plantel de medio centenar de especialistas de este complejo naval. Las autoridades han destacado que con la recuperación de equipos técnicos y humanos se está en capacidad de llevar adelante los trabajos de forma autónoma en el país.
Recordemos que hacia finales de la década de los noventa, este mismo sumergible fue llevado a Brasil, donde en el AMRJ (Arsenal de Marina de Río de Janeiro) se trabajó para su actualización de media vida, lo que incluyó el corte del casco. Allí, el Santa Cruz fue seccionado a fin de extraer los elementos constitutivos de las 960 baterías que transporta, además de actuar sobre los sistemas de propulsión.
Tiempo después, cuando se recuperó el astillero de submarinos en la ciudad de Buenos Aires, que había estado cerrado por años, se realizó en el país el cambio de las baterías del submarino ARA Salta y posteriormente se trabajó sobre otro TR-1700, el ARA San Juan, el cual estuvo un tiempo extenso en los talleres navales debido a las penurias presupuestarias.
La recorrida general de los sistemas eléctricos, de la propulsión diésel y eléctrica, el recambio de las baterías, la inspección exhaustiva y sustitución de componentes en los sistemas de snorkel y detección y ataque, son sólo una parte de las importantes tareas que el astillero encara. En esta labor se utilizan los conocimientos y experiencia de técnicos de la misma fuerza naval lo que, juntos con los especialistas de Tandanor, permite recobrar el conocimiento que se había perdido por tantos años de inacción.
Las tareas que se acometen en el submarino exigen de la posesión del conocimiento técnico-operacional y humano necesario, además de un trabajo conjunto entre el establecimiento industrial y la institución que lo opera habitualmente. (Luis Piñeiro, corresponsal de Grupo Edefa en Argentina)