El programa de actualización de los aparatos, que tendrá tres años de duración, invertirá cuatro meses por fuselaje en un proceso que incluirá la instalación de nuevas alas y tren de aterrizaje, así como nuevos sistemas de navegación y comunicación. El costo de cualquier futura renovación dependería de la ubicación geográfica en la que se realizara. La reparación de los aviones hondureños tendrá un costo de 2 millones de dólares por aeronave.
De acuerdo a lo publicado, Embraer le ha propuesto al Gobierno de Honduras la reparación de seis de las 12 aeronaves originales; del resto de los T-27 hay que recordar que al menos uno ha sido una perdida completa. Hay otros tres fuselajes disponibles, que son reparables pero a un costo muy superior a los 2 millones por unidad, y dos otros que están en condiciones óptimas. Esto significa que eventualmente se contará con ocho T-27 en condiciones de vuelo y combate, pero también significa que, a menos que trabaje en los dos ya en condiciones de vuelo, la repotenciación de los 6 mencionados será limitada, y en ninguna manera envuelve la mejora de la aviónica. De lo contrario no se dispondrá de una flotilla homogénea.
El Tucano T-27 es un avión de entrenamiento biplaza en tándem, con una velocidad de crucero de 245 nudos y una máxima de 310 nudos. Su alcance es de 1.250 millas náuticas, con una autonomía de vuelo de 4 horas y media y un techo operacional de 30.000 pies. Su peso máximo de operación es de 7.000 libras, teniendo una carga útil de 2.500 libras. Está propulsado por un motor Pratt & Whitney Canadá PT6A-25C de 750Cv. Como tal, el T-27 no lleva armamento, pero la versión de “ataque” A/T-27 porta cuatro puntos duros para módulos de armas. Solo tres de los 12 Tucanos adquiridos por Honduras entre 1982 y 1983 son de la versión A/T-27. Ahora se espera que eventualmente los ocho ejemplares hondureños sean puestos al estándar A/T-27.
Los módulos montables incluyen aquellos equipados con ametralladoras, tanto 7,62mm como 12,7mm, a incluirse los modelos AN/MB. También puede llevar una combinación de RMP LC con ametralladora 12,7mm M3P y modelos de cohetes de 70, o cohetes HVAR de 127mm, SBAT, bombas de caída libre Mk 81/82 y de práctica.
Las versiones armadas en Honduras han sido activas y en el año 2003 uno de ellos derribó un Aero Commander 500, que llevaba en su interior 942 kg de cocaína, usando una ametralladora 7,62mm. En agosto del 2010 fue el turno de un Piper Seneca, pero en lugar de derribarlo, el AT-27 simplemente los forzó a aterrizar. Lo mismo ocurría con otro ejemplar narcotraficante unos meses más tarde. En mayo de 2012 y en junio de ese mismo año se derribaba un Cessna sobre las Islas de la Bahía, donde supuestamente viajaba un agente encubierto de la DEA estadounidense.
Se espera que parte de los fondos para la reparación de los Tucano provenga de la Ley de Seguridad Poblacional (Tasón). Inicialmente se mencionó la posibilidad de comprar hasta cuatro fuselajes adicionales de los excesos de la Fuerza Aérea Brasileña. Esa sería una perfecta solución y de hecho mejor aún el completar los cuadros con 6 ejemplares adicionales y así poner 12 máquinas operacionales. Hoy se menciona la adquisición de dos AT-29 Súper Tucano. De nuevo, la flotilla de esos modelos idealmente consistiría en, al menos, 6 máquinas.
El A/T-29 es una evolución del A/T-27. Su desarrollo parte de la necesidad brasileña de hacerse con un avión ligero de ataque a tierra (ALX) y complemento del Sistema de Vigilancia Amazónica (SVA), y que depende de las plataformas aéreas R99-A y R99-B. El resultado sería un ALX polivalente que pudiera usarse también para entrenamiento militar. Se exigían características de alta maniobrabilidad, fácil manejo y buen rendimiento en vuelo, a media y baja altitud, y con capacidad de resistir alta temperaturas, humedad y precipitación.
Su diseño presenta alas rectas, un motor turbohélice Pratt & Whitney Canadá PT6A-68C con una hélice Hartzell HC-B5MA-2 de 5 palas. Esto permite un peso máximo de operación es de 9.965 libras y una velocidad máxima de 320 nudos. Su armamento se triplica con dos ametralladoras internas en las alas del tipo FN Herstal M3P de 12,7mm y 200 tiros. En los puntos duros puede llevar un cañón automático GIAT M20A1 de 20mm, hasta 3 ametralladoras FN Herstal M3P de 12,7mm o hasta 4 ametralladoras Dillon Aero M134 Minigun de 7,62mm. Está habilitado para llevar hasta 1.500kg de armas externas en cinco puntos duros bajo el fuselaje y alas. La gama de armamento se extiende a misiles aire-tierra (como aquellos AGM-65 Maverick), cohetes y bombas guiadas, misiles aire-aire del tipo AIM-9 Sidewinder, MAA-1 Piranha y/o Python 3 o 4 y otros. Tiene una cabina moderna y equipada con instrumentos de navegación de punta, computarizada y digital. (JMAH, corresponsal para Centro América)
Fotografías:
·T-27 de la FAH
·T-27 de la FAC (Colombia)