La Empresa Nacional de Aeronáutica de Chile (ENAER) ha consolidado su rol como referente en la modernización de aeronaves militares con los avances reportados en su Memoria Anual 2024, destacando la exitosa implementación del programa de modificación NP2000 para la flota de aviones C-130 Hércules de la Fuerza Aérea de Chile (FACH).
Este proyecto, que implica la integración de hélices de última generación NP2000, refuerza las capacidades operativas de estas aeronaves, esenciales para misiones de transporte, reabastecimiento aéreo y operaciones humanitarias.
Un salto tecnológico para el C-130 Hércules
El Lockheed Martín C-130 Hércules, pilar de la aviación de transporte chilena, es una aeronave robusta y versátil, capaz de operar en pistas no preparadas y bajo condiciones extremas. Con una capacidad de carga de hasta 20 toneladas y un alcance de más de 3.700 kilómetros, su rol es crucial en misiones logísticas, evacuaciones aeromédicas y despliegues en zonas remotas, como la Antártica. La incorporación de las hélices NP2000, fabricadas por Collins Aerospace, optimiza el rendimiento de los motores T56-15, reduciendo el consumo de combustible, aumentando la eficiencia en el despegue y mejorando la capacidad de ascenso, lo que prolonga la vida útil de la flota.
Avances en la División Aviones Arturo Merino Benítez
En su División Aviones Arturo Merino Benítez, ENAER ha marcado un hito al entregar en 2024 tres aviones Lockheed Martín Hércules C-130 modificadas con las nuevas hélices NP2000. Este proceso incluyó la actualización del conjunto de control rápido del motor (QEC, por sus siglas en inglés) para adaptarlo a la configuración de las NP2000, garantizando una integración impecable. Estas modificaciones no solo modernizan los aviones, sino que también aseguran su alineación con los estándares operativos más exigentes.
El programa NP2000, iniciado en colaboración con la filial de ENAER, DTS SpA, y la empresa estadounidense Tyonek, comenzó con la modificación del primer Hércules C-130, sentando las bases para los trabajos posteriores. Desde entonces, ENAER ha modificado tres aviones adicionales, demostrando su capacidad para ejecutar proyectos complejos con alta precisión, complementando un total de cuatro aviones Hércules hasta la fecha actual.
Desafíos y logros en la División Aviones Depósito
Por su parte, la División Aviones Depósito (DAD) de ENAER ha enfrentado retos técnicos de envergadura. En 2024, se avanzó en la aeronave C-130 numeral 991, sometida a una inspección de mantenimiento programado (PDM), una actualización de la unidad de potencia auxiliar (APU) y la integración de las hélices NP2000. Este proceso requirió el reemplazo de dos componentes estructurales de gran complejidad, un desafío que el equipo técnico superó con éxito, consolidando la experiencia de ENAER en trabajos estructurales de alta exigencia.
Un hito destacado fue el primer cambio de hélices convencionales por NP2000 realizado íntegramente en la Base Aérea El Bosque, en la aeronave Hércules C-130 numeral 994, por personal de la DAD. Esta operación incluyó una inspección ISO para cumplir con los requerimientos del operador. Además, la aeronave Hércules C-130 numeral 996 ingresó a las instalaciones de ENAER para su recuperación, recibiendo trabajos que abarcan una inspección ISO, la integración de NP2000 y la modificación de GTC a APU.
Pruebas y optimización de motores
El programa también ha contemplado rigurosas pruebas de rendimiento en los motores T56-15 adaptados para las hélices NP2000. Estas evaluaciones, realizadas durante 2024, han permitido verificar el comportamiento de los motores en diversas condiciones, asegurando su fiabilidad y desempeño óptimo en operaciones reales.
Un compromiso con la soberanía tecnológica
La modernización de la flota de aviones Lockheed Martín Hércules C-130 con las hélices NP2000 refleja el compromiso de ENAER con la innovación y la autosuficiencia tecnológica en el ámbito de la defensa. Al realizar estas modificaciones en sus instalaciones y con personal altamente calificado, la empresa fortalece las capacidades de la FACH y posiciona a Chile como un país relevante en el mantenimiento aeronáutico en la región.
Con estos avances, ENAER no solo extiende la vida operativa de los aviones C-130 Hércules, sino que también garantiza su preparación para enfrentar los desafíos logísticos y estratégicos del futuro, en un contexto donde la versatilidad y eficiencia de estas aeronaves son más críticas que nunca. (Luis Andrés Lautaro)
Deje un comentario
Su e-mail no será publicado.
Los comentarios que no se atengan a las normas de participación podrán ser motivo de expulsión.