Hasta 31 de los 33 bloques que componen la primera de las fragatas del tipo F-110 destinadas a la Armada se encuentran ya en diferentes fases de construcción por parte de Navantia, entre ellos uno de la parte de popa del futuro navío de escolta “Bonifaz”.
El programa de construcción de 5 fragatas del tipo F-110, con una inversión de 4.317.800.000 euros, está haciendo del astillero de Ferrol (La Coruña) un referente en el uso de las nuevas tecnologías. Así, a la creación ya comentada en la base naval de Rota (Cádiz), donde estarán basados estos nuevos navíos de escolta, de una infraestructura denominada Centro de Integración de Sistemas en Tierra (CSIT), se suma un proyecto ya en marcha más ambicioso, que además transcenderá más allá del programa F-110, denominado Land Based Test Site (LBTS), que gestionará múltiples sistemas, fundamentales para el programa y otros futuros. Para alojar el nuevo LBTS, y su cualificado personal, se está en construyendo un nuevo edificio en el varias veces centenario astillero gallego, ahora de Navantia.
Esta nueva organización es base para testar los nuevos desarrollos tecnológicos, como es el mockup del Sistema de Servicios Integrado (SSI), creado en colaboración con la Universidad de Vigo (Pontevedra) que, que mediante una red neuronal de unos 2.000 nodos, proporciona una reducción significativa de cables en el buque, e integra funcionalidades como la iluminación, megafonía, supervisión, cámaras de televisión, servicios de acceso inalámbricos, y sensorización diversa, que permite la interacción con los miembros de la dotación.
El SSI es un sistema muy importante que forma parte de un proyecto más ambicioso, el del gemelo digital, que revolucionará la vida de las fragatas F-110 en todos sus aspectos, desde el mantenimiento al control operativo desde tierra, entre múltiples campos.
En paralelo a estos desarrollos, las naves de Ferrol están en plena actividad de construcción de los bloques de la primera fragata y en las primeras fases de la construcción del segundo navío de la denominada por la Armada como clase Bonifaz.
Detalle del nombre de la futura fragata “Bonifaz”, que recuerda al almirante cántabro, que fue decisivo para la Reconquista de Sevilla. (foto Julio Maíz)
El ritmo de construcción, que implica actualmente a 1.700 empleados de Navantia y a unos 2.000 de las empresas auxiliares (en conjunto el impacto laboral asciende a cerca de 9.000 personas), permitiría la botadura de la fragata “Bonifaz” (F-111) en noviembre de 2025, incluso adelantar esa fecha unos meses, además de la puesta quilla del segundo de los navíos, el “Roger de Lauria” (F-112), a finales de este año 2024, su construcción se inició el 16 de diciembre de 2023.
Las nuevas técnicas de construcción de los bloques, en las que resalta que están cuasi totalmente acabados, respecto a lo tradicional, como sería el caso de sus tuberías, cableados, provistos de su sobre todo en el apartado de los controles de calidad y certificación de los trabajos, permiten un rápido y eficaz ensamblaje en la grada de Ferrol, donde actualmente en torno a una docena ya están ensamblados y van dando forma al futuro buque de escolta. Toldos sobre la estructura permite seguir con el rápido ritmo de los trabajos aunque llueva, cosa muy frecuente en esta zona noroeste de España
Volviendo a la construcción de los bloques, en unos terrenos adjuntos a las gradas donde se construirán las fragatas, se están realizando los trabajos de preparación del terreno para levantar una nueva planta de fabricación de bloques, que estará totalmente digitalizada.
La nueva factoría, que implica una inversión de 100 millones de euros y el hito más importante en la instalación en 40 años, dará como resultado tras su inauguración a principios de 2026, que Navantia cuente con la planta de fabricación más moderna del mundo, dada la total automatización, que permitirá ir desde el corte de chapa hasta el pintado de los bloques una vez finalizados.
La planta será fundamental para la fase final de construcción de dichas fragatas destinadas a la Armada, y para la hipotética construcción de navíos para la exportación, similares a las F-110, o rediseñados para el cliente, que podría solicitar un incremento de capacidades, en campos como los del armamento. (Julio Maíz)