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Miércoles, 25 de septiembre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Los Harrier del LHD Juan Carlos I se preparan para operar con los cazas del portaaviones George H.W. Bush de la US Navy

Culminado el trabajo de ayuda en Turquía, en los próximos días el Grupo Anfibio Aeronaval Dédalo 23 cambiará  su configuración, ya que tiene previsto participar en las actividades de vigilancia reforzada de la OTAN. Los Harrier del Juan Carlos I, junto con los cazas del portaaviones George H.W. Bush de la Marina de los Estados Unidos y los del ‘Cavour’ de la Marina italiana, volarán sobre los cielos de Rumanía, Hungría, Eslovaquia, Macedonia del Norte, Albania, Grecia e Italia para mostrar el compromiso de España con la seguridad colectiva de los aliados.

 

Estas actividades se compaginarán con ejercicios en el litoral italiano y albanés, donde los infantes de marina retomarán sus misiones militares y su adiestramiento anfibio, que les permite acceder a cualquier costa del mundo en muy corto plazo de tiempo, aunque no haya puertos o aeropuertos cerca. Este fue precisamente el caso en Alejandreta, cuyo puerto estaba cerrado debido a un gran incendio causado por el terremoto y aun así, se pudo prestar ayuda humanitaria en apenas unas horas.

 

Harrier del Juan Carlos I y el portaaviones George H. W. Bush

En septiembre del pasado año, tras completar el ejercicio Dynamic Mariner Mavi Balina 2022, en el cual el Grupo Anfibio y de Proyección de la Flota se certificó como mando de la Fuerza Anfibia de Respuesta de la OTAN para este año 2023, el Buque de Proyección Estratégica “Juan Carlos I”, el Buque de Asalto Anfibio “Castilla” y la Fragata “Navarra”, se integraban durante tres días con el 10º Grupo de Combate de la marina estadounidense (Carrier Strike Group 10), desplegado en el Mediterráneo.

El buque insignia del grupo norteamericano era precisamente el portaaviones “George H. W. Bush”, el décimo y último buque de la clase “Nimitz”, en servicio desde 2009. Llevaba a bordo más de 80 aeronaves, fundamentalmente aviones F-18, y un total de 4.300 personas. Los “Harrier” de la Armada llevaron entonces a cabo ataques de precisión a larga distancia a buques y objetivos en tierra, defensa de la agrupación española frente a los F-18 y maniobras de abastecimiento en vuelo. Un intenso calendario de maniobras que se pondrán de nuevo en práctica ahora. El “Juan Carlos I”, además de su capacidad de actuar como buque anfibio y desplegar una fuerza de hasta 1.000 infantes de marina con 120 vehículos, puede operar hasta 30 unidades entre aviones Harrier y helicópteros.

Dotación del 'Juan Carlos I' repartiendo agua en Adana.

Apoyo a Turquía del Dédalo 23

 

El Grupo Anfibio Aeronaval Expedicionario “Dédalo 23 compuesto por los buques ‘Juan Carlos I’, ‘Galicia’, ‘Blas de Lezo’ y ‘Cantabria’ junto con el 2º Batallón de Desembarco de Infantería de Marina,  ha abandonado ya  las aguas territoriales turcas para reanudar su actividad en apoyo de la disuasión y defensa de la OTAN y de la seguridad marítima europea -bajo control operativo del Mando de Operaciones.

 

Retoman su calendario de actividades tras una semana de intenso trabajo en los que se han llevado a cabo múltiples tareas con el único propósito de contribuir a ayudar a los damnificados por el terremoto del pasado 5 de febrero en Turquía.

El Grupo ‘Dédalo 23’  llegó a las inmediaciones de la ciudad de Alejandreta el pasado día 8 y, antes de 24 horas, los Infantes de Marina del Batallón de Desembarco habían establecido su base  en el campus universitario de la ciudad y habían comenzado a prestar ayuda a los equipos de rescate y a distribuir alimentos.

 

El apoyo al rescate en los escombros se realizó en cuatro localizaciones distintas, con un total de 80 personas trabajando ininterrumpidamente desde el mismo día de llegada hasta el pasado domingo. Este esfuerzo obtuvo su recompensa con el rescate con vida de un niño de siete años y un adulto de 70, el quinto y sexto día desde el terremoto, cuando las esperanzas ya estaban desapareciendo.

 

 

Infantes de Marina buscando supervivientes entre los escombros (Autor Pablo Díaz)

 

Por otra parte, puesto que el gran volumen de ayuda exterior desbordó la capacidad de manejo de puertos y aeropuertos y el material se acumulaba sin poder ser distribuido, se colaboró en la descarga tanto en el aeropuerto de Adana como en el puerto de Limak. Se ayudó en la descarga de los aviones y barcos y en la  carga en camiones, incluyendo los el propio Batallón. De esta manera se agilizó el reparto de 3.600 toneladas de ayuda.

 

El contingente español también distribuyó 40 toneladas de sus propias existencias de agua embotellada y alimentos a través de agencias del gobierno y ONG’ s  y montó cinco campamentos para damnificados en apoyo de la organización turca de emergencias AFAD.

Otra tarea que se priorizó fue el apoyo a los equipos de rescate y de ayuda españoles en la zona. Para ello, se estableció contacto diariamente y se prestó apoyo de transporte a los Bomberos de la Comunidad de Madrid (ERICAM) en su repliegue, apoyo logístico a los Bomberos de Málaga y se colaboró en la puesta en marcha del Hospital de Campaña de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID)  proporcionando 40 toneladas de alimentos y agua y 2000 litros de gasoil. También se suministraron kits de supervivencia a ONG’ s turcas.

 

 


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