Rusia, en un momento en el que se estaría intentando consolidar algún tipo de proceso de cese de hostilidades con Ucrania tras ser presionados por Estados Unidos, está apostando por mejorar sus capacidades militares navales con un ambicioso plan de construcciones que contempla las necesidades de su Armada de los próximos años.
El presidente Vladimir Putin ha presentado en fechas recientes, durante una reunión que tuvo lugar en San Petersburgo, una propuesta que incidiría en obtener navíos militares de distinto tipo durante la próxima década. El objetivo de la programación sería invertir, durante un periodo que se estima en diez años, alrededor de 100.000 millones de dólares en construcciones de diversos tipos de buques que mejorarían las capacidades de la Marina de Rusia.
Rubin fabrica en su planta de San Petersburgo submarinos convencionales que son claves para el refuerzo del potencial naval ruso. (Octavio Díez Cámara)
De lo que hoy se conoce, y teniendo en cuenta que muchas de las fabricaciones de nuevas naves militares de superficie y submarina se gestionan a través del importante consorcio USC (United Shipbuilding Corporation) que incluye diversos tipos de factorías y astilleros, se va a dedicar un importante esfuerzo económico a sistemas autónomos de superficie y submarinos que puedan realizar tanto acciones de reconocimiento como otras ofensivas.
La capacidad de Rusia en lo que a naves de distinto tipo se refiere va a impulsarse con la llegada de nuevos modelos que complementarán al casi medio centenar de unidades que se han construido en los últimos cinco años. Por ejemplo, han recibido 8 submarinos de los tipos Borei-A y Yasen-M que amplían de forma notoria el potencial estratégico de Rusia.
Las inversiones de los próximos años van a permitir acometer un plan de fabricación de navíos de superficie especialmente importante. (MD Rusia)
Sobre el esfuerzo en los de otros tipos se ha señalado oficialmente que se concentrarán en naves de combate de superficie y buques de apoyo de distinto tipo y capacidad con los que poder conformar flotillas navales con las que ejercer la presencia y el poder allá donde sea de interés para el gobierno ruso.
Las inversiones de Rusia servirán en parte para reemplazar algunos buques hundidos o dañados durante el conflicto con los ucranianos y para introducir cambios en algunos diseños de forma que lo que se obtenga resulte menos vulnerable y se beneficie del uso de armas estratégicas de largo alcance como los misiles Zircon. (Octavio Díez Cámara)
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