Historia de la Guerra Civil se conserva muy cerca de la ciudad de Oviedo, en concreto en el bunker del monasterio de El Cuetu (Lugones) y en el cercano museo de armamento sito en la muy cercana localidad de Colloto, ambos propiedad del empresario del Principado.
Esta iniciativa privada ha logrado convertir esta antigua instalación, a la que se suma la colección de armamento histórico desactivado, en todo un referente de la historia militar en el norte de España en menos de un lustro.
En 2016 el empresario asturiano Jorge Sandoval adquirió el abandonado monasterio de El Cuetu y su terreno colindante, que albergan un búnker de la Guerra Civil española (1936-1939), construido a principios de 1937 por las fuerzas republicanas que asediaban Oviedo, en manos de los nacionalistas desde el principio de la Guerra Civil. Ahora, tras una restauración parcial de la fortificación, puede visitarse acompañados por un historiador, que explica en detalle las características de la fortificación, así como el contexto y circunstancias históricas en las que fue construido.
Además, desde la azotea del Monasterio se explican las líneas del frente de batalla en los alrededores de la capital asturiana. Muy cerca de las defensas fijas, en una nave de Colloto, se puede ver el fruto de los años dedicados por el Sandoval a adquirir objetos de militaría y coleccionismo, no sólo de la época de la contienda, también de otros periodos del siglo XX en España, todo ello hace del museo uno de los mejores de España de historia militar. Especial relevancia tienen las piezas de las fábricas asturianas de armamento, como las producidas por la planta de Trubia, que ahora pasará a construir las barcazas del nuevo blindado 8x8 Vehículo de Combate de Ruedas (VCR), y la ya cerrada de La Vega (en Oviedo).
Estamos ante una exposición excepcional, ya que reúne miles de piezas, que van desde todos los modelos de armamento individual usado durante el conflicto (pistolas, subfusiles, fusiles, granadas de mano), como colectivas (ametralladoras, morteros, etc). También incluye bombas de aviación, minas, proyectiles de artillería, además de algunas réplicas de vehículos blindados y un carro de combate. (Julio Maíz Sanz).
Fotografía: Imagen de parte del frontal del bunker de El Cuetu. (foto Julio Maíz/defensa.com)
Parte de las ametralladoras expuestas en el museo de Colloto, en primer término la austriaca-húngara Schwarzlose M.7. (foto Julio Maíz/defensa.com)
