En 1955 llegaron a España los primeros cazas North American F-86F Sabre destinados al Ejército del Aire, hubo uno que nunca voló, pues fue destinado directamente a la instrucción de mecánicos. Hoy ese caza está expuesto en la Academia Básica del Aire (ABA), en su sede de Virgen del Camino (León).
Actualmente sería inconcebible que un moderno avión de combate fuese destinado directamente a una escuela de mecánicos, pero la época y las circunstancias de aquel 1955 eran muy especiales y diferentes a las actuales. Solo 16 años antes se había creado el Ejército del Aire español, que se equipó con aviones que se habían empleado en la recientemente acabada Guerra Civil española (1936-1939), de origen alemán e italiano principalmente; aunque también rusos, procedente de las compras realizadas, literalmente a precio de oro, por la II República a la URSS (Union de Repúblicas Socialistas Soviéticas).
Ese material aéreo rápidamente quedó desfasado por los rápidos avances tecnológicos en este campo que entre 1939 y 1945 propició la Segunda Guerra Mundial.
Tras el conflicto, la España de Franco se quedó aislada internacionalmente, lo que motivo que el Ejército del Aire quedase muy rápido bajo mínimos en lo referente a aeronaves, de hecho en 1953 la defensa aérea se limitaba a un puñado de aviones biplanos Fiat CR-32 italianos y Polikarpov I-15 y I-15 bis rusos, además de 8 monoplanos Messerschmitt Bf-109.
La firma con Estados Unidos de los Acuerdos de Madrid posibilitó la llegada de moderno material a las Fuerzas Armadas (FAS), los primeros aviones a reacción, como los entrenadores biplazas Lockheed T-33, llegaron en marzo de 1954, aunque el momento decisivo sería el de la llegada de los primeros Sabres.
En la tarde del 30 de junio de 1955 aterrizaban en la base aérea de Getafe (Madrid) los ejemplares con números de serie 51-13194 y 51-13239 norteamericanos procedentes de la base de Landstuhl (en la por entonces República Federal de Alemania). Este material había estado volando en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en Europa o USAFE (United States Air Force Europe), en el 527th Fighter Day Squadron (FDS) del 86th Fighter Bomber Wing (FBW). Estos dos primeros Sabres, que luego pasarían a ser denominados C.5-1 y C.5-2 en el Ejército del Aire, fueron los primeros del total de 270 recibidos hasta julio de 1959.
Tal era el salto generacional y la falta de material de enseñanza que se determinó que el C.5-1 no fuese asignado a ninguna de las Alas de combate, sino directamente a la por entonces Escuela de Especialistas de León (la actual ABA), donde ya se realizaban los cursos de mecánico de mantenimiento de avión y armero artificiero. Camino que luego seguiría también el C.5-2, tras estar unos meses asignado al Escuadrón de Estado Mayor, ubicado en Getafe, y ya como material de enseñanza en la base aérea de Manises (Valencia) hasta 1958.
El otro factor que posibilitó asignar directamente estas aeronaves a la labores de instrucción obedece al importante número recibido procedentes de la ayuda militar de Washington, esas 270 unidades son una cifra inconcebible actualmente para cualquier fuerza aérea que no sea de una superpotencia.
Volviendo al C.5-1 tras décadas sirviendo en la Escuela de Especialistas de León fue acondicionado para servir de monumento, y actualmente, junto al matriculado C.5-107, flanquea al monumento a los caídos que preside la plaza de Armas de dicha instalación de Virgen del Camino.
Se ha de tener en cuenta que la sede de la actual ABA es, tras el Museo de Aeronáutica y Astronáutica de Cuatro Vientos (Madrid), donde se conservan el mayor número de aeronaves históricas del Ejército del Aire. (Julio Maíz Sanz)
Fotografía: El North American F-86F “Sabre” C.5-1, actualmente expuesto en la plaza de Armas de la ABA. (foto Julio Maíz/defensa.com).