El Mando Aéreo de Combate (MACOM) dirige la participación del Ejército del Aire español en la segunda edición del año del ejercicio Red Flag, considerado el más complejo y exigente ejercicio de guerra aérea de cuantos se organizan a nivel mundial. En él participan las fuerzas aéreas más operativas, bajo la dirección de la fuerza aérea norteamericana (USAF). Se celebra en la base de Nellis (Nevada), cerca de la ciudad de Las Vegas.
En 2017 el Ejército del Aire participó con los Eurofighter de las alas 11 y 14 y al año siguiente, en 2018, fueron los F-18 de las alas 12 y 15. En esta ocasión, tras muchos meses de intensa preparación, con ejercicios de tiro aire-tierra en el Polígono de Tiro de Bardenas Reales (Navarra) y un ejercicio de búsqueda y salvamento SAR de combate con los V-22 Osprey del Cuerpo de Marines destacados en Morón (Sevilla), en unas semanas volarán rumbo a América más de 200 aviadores y ocho aviones de combate Eurofighter de las alas 11 y 14.
El traslado de este grupo aéreo expedicionario, que se está concentrando en la base aérea de Albacete contará con el apoyo de los A-400M del Ala 31 y los Airbus A-310 del 45 Grupo de Fuerzas Aéreas. Para el cruce del Atlántico nos apoyarán aviones cisterna A-330 MRTT de la fuerza aérea británica (RAF), en el marco de los acuerdos en materia de transporte aéreo que mantienen las fuerzas aéreas integrantes de la OTAN.
Los Eurofighter españoles tendrán que efectuar maniobras de reabastecimiento en vuelo durante su salto del Atlántico y harán escala en la base aérea de Lajes, en las Islas Azores (Portugal), y en la base aérea de la USAF en Dover, en la costa este de Estados Unidos. Posteriormente darán el último salto hasta Nellis.
Un P-3 Orión del Grupo 22 y un CN-235 de vigilancia marítima VIGMA del Ala 48 completan el dispositivo, encargándose del apoyo SAR para el cruce del océano. A bordo, un equipo de rescatadores paracaidistas del Escuadrón de Zapadores Paracaidistas, que en caso de caída al mar de alguno de los aviones, se encargarían del rescate del piloto. Todo debe de estar previsto cuando se trata de seguridad en vuelo.
La agrupación aérea expedicionaria
Para participar en el ejercicio Red Flag el Ejército del Aire ha constituido una agrupación aérea expedicionaria. El grueso de la agrupación está formado por pilotos, mecánicos y armeros de las alas 14 y 11, que aportan los aviones Eurofighter. Además de otras unidades que contribuyen aportando capacidades esenciales para la agrupación.
Así, el Mando Aéreo de Combate (MACOM) aporta el personal del puesto de mando, especializado en la dirección de la agrupación, incluido el jefe, que durante el ejercicio, tendrá las mismas responsabilidades que los jefes de fuerza en operaciones reales en el exterior. El Centro Logístico de Armamento y Experimentación (CLAEX) contribuye con personal especializado en el montaje del armamento real que se utilizará durante el ejercicio. La Unidad Médica de Apoyo al Despliegue Aéreo de Madrid (UMAAD Madrid) aporte el personal sanitario de la agrupación.
Del 2º Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (SEADA) son los responsables de la seguridad de la agrupación, mientras se encuentre destacada en la base aérea de Nellis (Nevada), y así hasta nueve unidades más. Por todo ello, la agrupación aérea expedicionaria reúne una completa muestra de las capacidades y el personal mejor cualificado del Ejército del Aire.
Red Flag
Los ejercicios tipo 'Flag' surgieron después de la guerra de Vietnam, cuando la USAF comprobó que los pilotos de combate que lograban sobrevivir a las diez primeras misiones en un escenario real, aumentaban considerablemente sus probabilidades de supervivencia durante todo el conflicto, así como su efectividad en combate.
El problema radicaba en proporcionar a los pilotos esa experiencia de combate sin exponerles al combate real. Para dar solución, la USAF puso el énfasis en programas de entrenamiento realistas que contaran con una fuerza aérea enemiga simulada, los 'Agressors", y un campo de batalla con sus correspondientes amenazas superficie-aire y objetivos que batir; este escenario se estableció en la base aérea de Nellis, Nevada (Estados Unidos) en el polígono Nevada Test and Training Range.
La realización de estos ejercicios contribuyó decididamente, no sólo al éxito de la aviación aliada en la Guerra del Golfo, sino también a que las pérdidas fuesen increíblemente bajas.
El Ejército del Aire español es una de las pocas fuerzas aéreas del mundo con capacidad para intervenir en los ejercicios tipo 'Flag'. Su primera participación fue en 1994, desde entonces se ha venido participando en alguna de sus diferentes versiones: Red Flag, Green Flag, Coalition Flag o Red Flag Alaska.
El espíritu expedicionario intrínseco al Ejercito del Aire, acompañado de muchas horas de trabajo, esfuerzo y sacrificio hacen posible que un grupo humano con sus respectivos sistemas de armas crucen el océano Atlántico para integrarse plenamente en una coalición internacional, junto a las fuerzas aéreas de países amigos y aliados, formando parte de nuevo de un ejercicio tan exigente como lo es el Red Flag.
La integración española en organizaciones internacionales implica una participación activa de unidades de fuerzas aéreas donde su actuación sea requerida. Por ello el Ejército del Aire considera de vital importancia adiestrar y evaluar su capacidad para enfrentarse a cualquier situación lo antes posible y donde sea necesario. Esta integración en operaciones reales requiere que las unidades aéreas de combate y apoyo al despliegue sean adiestradas de forma cada vez más especializada y realista, entrenando los diferentes tipos de misiones.
El ejercicio Red Flag en la base aérea de Nellis es considerado como el mejor ejercicio de adiestramiento del mundo, en el que las diferentes fuerzas aéreas despliegan cazas, bombarderos, medios de recuperación de personal, supresión de defensas aéreas enemigas, ISR, C2 (Command and Control), espacio y cyber para adiestrarse como un Ala Aérea Expedicionaria de Ejercicio (X-AEW / Exercise Air Expeditionary Wing).
A ello se une la posibilidad de empleo de armamento real, que permite a las unidades equipadas con el Eurofighter incrementar el realismo del ejercicio con el lanzamiento de armamento guiado de precisión. El Red Flag 20-2 representa, por tanto, una oportunidad de adiestramiento única para las unidades del Ejército del Aire. El adiestramiento incidirá positivamente en la evolución operativa de dichas unidades, permitiendo la adaptación y mejora de su capacidad de combate y, en definitiva, de su eficacia en el cumplimiento de sus misiones.
Fotografía: Eurofighter del Ala 14 volando hacia Nellis.
Boeing TK767 de la Aeronautica Militare y Eurofighter volando hacia la Base Aérea de Nellis
Reabastecimiento en vuelo sobre EEUU
Eurofighter del Ala 14 en la Base Aérea de Nellis
Eurofighter sobrevolando la Base Aeronaval de Norfolk
Reabastecimiento en vuelo sobre el medio oeste
Vuelo en formación durante el salto del Atlántico
Eurofighter volando en formación
Los Eurofighter en la Base Aeronaval de Norfolk (Virginia)
Hércules T-10 en la B.A de Nellis (Nevada)