El Coronel de Infantería de Marina (IM) Antonio Núñez Rodríguez es, desde el pasado 25 de junio, Comandante de la Flotilla de Aeronaves de la Armada (COMFLOAN). En el ya largo historial de la FLOAN es el primer infante de Marina seleccionado por asumir esta importante responsabilidad.
Para empezar ¿cuál ha sido su trayectoria profesional, sobre todo en lo que respecta a su experiencia como piloto de helicópteros?
Ingresé en la Escuela Naval Militar (ENM) como Infante de Marina en septiembre de 1992. Ya allí, todavía de alumno, me sentí atraído por la idea de ser piloto después de que tuviera la oportunidad de volar en los helicópteros de la Sexta Escuadrilla, los Hugues 500, que cada año eran destacados durante unos días para hacer vuelos de ambientación con los alumnos de la Escuela y para captación de futuros pilotos. Además, como parte del adiestramiento de la Compañía de alumnos, helicópteros de la FLOAN, normalmente los AB-212 de la Tercera Escuadrilla, se desplazaban a las zonas de ejercicios para colaborar con la ENM, lo cual reforzó aún más mi vocación por ser piloto.
Al egresar de la ENM, ya con el empleo de Teniente, y tras estar un año en la 3ª Compañía de Fusiles del 1er Batallón de Desembarco de la BRIMAR, pude realizar el curso de helicópteros en Pensacola, Florida (EE. UU.), obteniendo la especialidad de Piloto Naval de Aeronaves (AVP) y pasando destinado a la Tercera Escuadrilla de Aeronaves de la FLOAN. Tuve la suerte de servir en esta Unidad hasta el año 2009 haciendo un total de 2200 horas de vuelo.
Al ascender a Comandante, cesé en la Flotilla para centrarme en seguir completando mi trayectoria profesional. Pasé por diferentes destinos: Grupo de Acción Naval nº 2, División de Logística del Estado Mayor de la Armada, Estado Mayor del Tercio de Armada, Batallón de Desembarco Mecanizado-III, Escuela de Guerra Naval, Batallón de Cuartel General de la BRIMAR, Cuartel General de la Fuerza de Infantería de Marina, Sección de Unidades de Infantería de Marina de la Jefatura de Apoyo Logístico y, finalmente, la Flotilla de Aeronaves de nuevo, donde me encuentro ahora.
Por primera vez la Armada otorgue el Mando de la FLOAN a un IM…
Era cuestión de tiempo. Hace ya muchos años que este puesto está abierto a oficiales AVP tanto de Cuerpo General como de Infantería de Marina, pero la proporción entre el número de pilotos de ambos Cuerpos es mucho mayor en el caso de los primeros. En esta ocasión, tuve la fortuna de ser elegido tras el proceso de asignación de mandos para el ciclo actual.
Es fundamental para el Cuerpo de Infantería de Marina tener presencia tanto en destinos de mando como en otros muchos considerados de especial responsabilidad, no solo en la estructura orgánica de la Armada sino en la del Estado Mayor de la Defensa (EMAD) y en el Órgano Central de la Defensa.
Hay que tener en cuenta que el Cuerpo de Infantería de Marina se caracteriza por ser una Fuerza única, que aporta capacidades exclusivas dentro del conjunto de las Fuerzas Armadas y que ofrece posibilidades de empleo adicionales a las de otras fuerzas convencionales, destacando principalmente la proyección de la Fuerza de Desembarco desde los buques a objetivos en tierra. Pero, para ser plenamente eficaces, las unidades de la FIM se deben integrar con unidades navales de superficie, aéreas y submarinas, siendo esta integración la clave del éxito de su capacidad de actuar, en y desde la mar.
Por ello, en relación a su pregunta, otorgar el Mando de la FLOAN a un Infante de Marina es muy positivo pues contribuye a alcanzar el objetivo que acabo de comentar.
¿Cómo afronta tan importante reto, más dejando el listón tan alto su antecesor?
Efectivamente, no es ningún secreto que el CN José Emilio Regodón, a quien acabo de relevar, ha realizado un excelente trabajo al mando de la FLOAN y hay que felicitarle por ello. Ha sabido liderar con éxito una Unidad ya de por sí muy compleja pero más aún ahora si cabe al encontrarse en pleno proceso de transformación. Es todo un ejemplo a seguir y no voy a ocultarte que es eso lo que pretendo hacer. Supondrá para mí un gran referente a la hora de ejercer mis obligaciones.
Por ello, como no podía ser de otra forma, afronto el mando de la FLOAN con máxima ilusión y motivación. También con mucho respeto, ya que conlleva una gran responsabilidad. Ten en cuenta que este mando no solo es el de la FLOAN propiamente dicha sino también el de la Jefatura del Aeródromo Militar de la Base Naval de Rota, el de la Dirección de la Escuela de Dotaciones Aeronavales “Capitán de Navío Cardona” y el de la Jefatura del Grupo de Apoyo al Sostenimiento de la FLOAN, contando con un total de más de mil profesionales.
Debo velar por la preparación de todos ellos para sus diferentes fines que principalmente incluyen: Alistar para el combate y para las misiones y operaciones que se les encomienden a las dotaciones de la FLOAN; proporcionar todos los servicios relacionados con las operaciones aéreas en el Aeródromo Militar de la Base Naval de Rota; impartir las disciplinas correspondientes a los diversos cursos de especialidad y aptitud del personal de la Armada en el ámbito aeronaval y ejecutar el sostenimiento de las aeronaves de la FLOAN para alcanzar la máxima operatividad y para que puedan estar disponibles cuando el Almirante de la Flota así lo requiera.
Todas estas unidades, aunque sean de diferente índole y naturaleza, requieren constituirse como un conjunto coherente, integrado y que funcione correcta y eficazmente, lo que supone un trabajo de gran exigencia.
De ahí que para mí suponga una enorme responsabilidad y una continua obsesión por cumplir con los cometidos citados anteriormente. Y además de esto, algo personalmente relevante, no defraudar a ninguno de los profesionales que componen estas unidades. Como les expresé en la alocución que les dirigí en el acto de la entrega de mando, ellos son el bien más preciado, y el grado de exigencia que les demande a cada uno de ellos no deberá ser mayor que el que yo asuma. Tiene que ser un compromiso en ambos sentidos.
¿Qué nos podría comentar acerca de la presencia de los Infantes de Marina en la FLOAN?
Los Infantes de Marina forman parte de la FLOAN desde que, entre finales de los años 80 y principios de los 90 se reorganizó la Tercera Escuadrilla de helicópteros (AB-212) en cuanto a personal y misiones, lo que se tradujo en una plantilla mixta con personal del Cuerpo de Infantería de Marina, del Cuerpo General de la Armada y del Cuerpo de Especialistas de la Armada, todos ellos bajo el mando de un Comandante de Infantería de Marina.
Posteriormente, en el año 2001, se inició un ambicioso plan de modernización de los helicópteros SH-3D de la Quinta Escuadrilla iniciando la transición de la misión original de guerra antisubmarina, ASW, a la versión de asalto anfibio, para la cual el helicóptero multiplicó sus capacidades, entre ellas la de transporte táctico de tropas.
Esto justificó la incorporación de pilotos de Infantería de Marina a esta Escuadrilla, ampliando un poco más la presencia del Cuerpo en la FLOAN.
En la actualidad, no solo hay Infantes de Marina en la Tercera y Quinta Escuadrillas (pilotando los SH-60F de reciente adquisición) sino también en el núcleo inicial de la recientemente creada Decimocuarta Escuadrilla que contará con los NH-90. Además, un Teniente de Infantería de Marina está finalizando su formación como piloto de reactor para volar los AV-8B+ de la Novena Escuadrilla.
Todo ello confirma la plena integración de los IM en la FLOAN, algo que resulta totalmente lógico y necesario, toda vez que entre la gran variedad de capacidades de las unidades de la FLOAN se encuentran las operaciones anfibias y las operaciones especiales.
¿Qué papel juega la FLOAN en el desarrollo de las operaciones anfibias y las operaciones especiales?
Lo mismo que he remarcado en una de mis respuestas anteriores, sobre la necesaria integración de la FIM con unidades navales de superficie, aéreas y submarinas, para garantizar su capacidad de actuar, se puede aplicar a la FLOAN. Las operaciones anfibias requieren del concurso sincronizado de todo tipo de buques, aeronaves y fuerzas de desembarco. Son las operaciones navales más complejas, requiriendo su éxito de un alto grado de coordinación y cooperación en la planificación y la ejecución.
Por su parte, la Fuerza de Guerra Naval Especial (FGNE), en su cometido de ejecutar las operaciones especiales, necesita ser proyectada y maniobrar en tierra desde la mar para crear efectos decisivos en el litoral a través de acciones directas o de reconocimiento especial. En este caso, los medios aéreos, junto con los de superficie y submarinos, son idóneos y fundamentales para ello.
Por tanto, la capacidad que aporta la FLOAN con sus aeronaves es de vital importancia. Desde la obtención de la necesaria superioridad aérea previa en el área de operaciones, pasando por el empleo de los vectores aéreos que permiten realizar operaciones más allá del horizonte, aumentando así la sorpresa y reduciendo la vulnerabilidad en ambientes inciertos, o los apoyos de fuegos aéreos que superen en precisión, rapidez, efectos y alcance a los del adversario.
¿Cómo resumiría el brillante historial de la Tercera Escuadrilla, que ahora se disuelve?
Esta pregunta bien merece un número exclusivo para vuestra revista teniendo en cuenta que han pasado 60 años desde su creación. La Tercera Escuadrilla tiene su origen en 1.964, cuando se produce su creación y, un año después, la adquisición de cuatro Agusta-Bell 204-B ASW, versión antisubmarina o Anti Submarine Warfare (ASW) del aparato norteamericano fabricado en Italia. De ahí que, años más tarde en su escudo oficial, apareciesen representados cuatro felinos en alusión a la expresión “cuatro gatos” debido también a la escasa dotación necesaria para operar la Escuadrilla.
La llegada de estos helicópteros, con distintivo de llamada BRAVO, supuso una pequeña revolución puesto que eran los primeros en la Armada que montaban, como planta propulsora, turbinas de gas que proporcionaban una increíble potencia y necesitaban para su mantenimiento unos cuidados especiales, hasta entonces desconocidos. Así mismo, fueron los últimos de la Armada en ostentar la Cruz de San Andrés en la deriva.
Como curiosidad, cabe destacar que fue un helicóptero de esta Escuadrilla el que puso la primera piedra del puente José León de Carranza de Cádiz, el 8 de diciembre de 1966. Se mantuvieron en servicio hasta 1.979, cediéndose tres de ellos a las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET) y el cuarto pasó a formar parte de la colección del Museo Naval.
Para la sustitución de los 204-B se eligió el Agusta-Bell 212 ASW, del que se adquirieron catorce unidades que comenzaron a entrar en servicio en 1.974. A partir de entonces el distintivo de llamada pasó a ser GATO. La llegada del nuevo modelo dotado de un equipamiento electrónico de navegación y combate muy avanzado permitió la realización de misiones de lucha antisubmarina, antisuperficie, comunicaciones, transporte, rescate, evacuación médica, apoyo a la Infantería de Marina e incluso guerra electrónica, gracias a la configuración de cuatro helicópteros para esta misión.
Entre finales de los años 80 y principio de los 90 se reorganizó la Escuadrilla orientando principalmente sus misiones a las de apoyo a la Infantería de Marina por lo que se modificaron las aeronaves para eliminar los equipos innecesarios e instalar nuevos sistemas de autoprotección.
Los Gatos de la Tercera Escuadrilla, por su versatilidad, han operado a lo largo de su historia en todos los buques de la Armada con capacidad aérea. A ello se une una servidumbre logística de personal y material razonablemente reducida, con lo que la relación coste/eficacia ha resultado muy favorable. Por ello, la Tercera Escuadrilla ha podido desarrollar misiones en casi todos los escenarios donde la Armada Española ha estado presente mostrando las alas del Arma Aérea y enseñando sus capacidades.
Participó en operaciones de vigilancia antiterrorista en 1982, con base en Santander, y de salvamento y rescate durante las inundaciones en el levante español de ese mismo año. El 14 de julio de 1988 se embarcó como primera UNAEMB en el portaviones “Príncipe de Asturias” y el 12 de junio de 1989 se realizó la última toma a bordo del “Dédalo”. Es, además, una de las unidades de la FLOAN y de la Armada que ha participado en mayor número de operaciones en el exterior. En el hangar de la Tercera Escuadrilla se puede ver expuesto un panel portando las placas rotuladas con algunas de esas operaciones.
Los helicópteros de la Tercera Escuadrilla cierran su brillante historial con la friolera de 94.450 horas de vuelo, sumando las 17.150 horas de los AB-204 (BRAVOS) desde 1965 y las 77.300 horas de los AB-212 (GATOS) a partir de 1974 hasta el 31 de julio que causan baja en la Armada.
Paradójicamente, si los AB-204 fueron cedidos a las FAMET, los AB-212 van a correr la misma suerte. Por ello, la historia de los GATOS no terminará de escribirse aún y seguirán sirviendo a España, haciendo gala de la popular creencia de que los gatos tienen siete vidas.
¿Qué hereda la nueva Decimocuarta Escuadrilla de la Tercera en lo que respecta a personal y tradición?
Para asegurar la continuidad de la experiencia disponible en la FLOAN, la Plantilla Orgánica Experimental (POE) de la Decimocuarta Escuadrilla se ha diseñado sobre la base del personal y plantillas procedentes de la Tercera Escuadrilla, en su mayor parte, aunque también se va a incorporar personal de la Quinta Escuadrilla en menor medida, así como de otras unidades en última instancia.
Por tanto, en lo que a personal se refiere, esta nueva Escuadrilla contará con profesionales experimentados, tanto dotaciones de vuelo como mantenedores. Esto es un factor crítico sobre el que se sustentará su puesta en funcionamiento hasta alcanzar la plena operatividad.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el NH-90 MSPT (versión de helitransporte táctico y asalto anfibio) con el que se dotará a la Decimocuarta Escuadrilla no es el relevo natural del AB-212 de la Tercera Escuadrilla. Concretamente, este helicóptero de Airbus permitirá que la Armada recupere la capacidad de helitransporte que aportaban los SH-3D Sea King de la Quinta Escuadrilla, y que de forma interina están realizando actualmente los helicópteros SH-60F.
La adquisición del NH-90, con una tecnología mucho más avanzada, supone un cambio de mentalidad, no solo en lo que a su operación por parte de las dotaciones de vuelo se refiere sino en lo concerniente a la organización del sostenimiento, que se basará en un modelo “común, mixto e integral” entre las Fuerzas Armadas, la DGAM (Dirección General de Armamento y Material) y la industria nacional.
Por ello, el personal que constituye el núcleo inicial de la Decimocuarta Escuadrilla, mantendrá el mismo espíritu de entrega y sacrificio que demostró tener en la Tercera Escuadrilla, pero tendrá que adaptarse a las exigencias del NH-90 y, tras recibir la necesaria formación en los cursos que impartirán el Ejército de Tierra, el Ejército del Aire y del Espacio y Airbus, trabajar de forma sensiblemente diferente.
¿Qué necesidades y qué planes tiene la FLOAN para aumentar sus capacidades en el campo de los RPAS?
La Armada está siguiendo con atención los nuevos vehículos no tripulados y los desarrollos de las diversas tecnologías que incorporan. En este momento la FLOAN cuenta con sistemas Boeing/Insitu Scan Eagle, integrados en la Undécima Escuadrilla, que despliegan habitualmente tanto en las fragatas FFG de la 41ª Escuadrilla, con un sistema permanentemente asignado a la operación ATALANTA, como en los buques de asalto anfibio GALICIA y CASTILLA.
La Armada adquirió los primeros sistemas Scan Eagle en el año 2015 para proporcionar capacidades ISR. En el año 2020, para paliar obsolescencias derivadas de la rápida evolución de estos equipamientos, comenzó un proceso de migración a un sistema digital, que se culminará a finales de 2024. Se espera que la vida útil del Scan Eagle se prolongue más allá de 2027 y próximamente se incorporarán nuevas cargas de pago como ViDAR (Visual Detection and Rangling) o relés de comunicaciones, para actualizar y mejorar su desempeño.
Para mantener esta capacidad tras el relevo al Scan Eagle en un futuro, la Armada está siguiendo varios desarrollos, tanto de ala fija como rotatoria, en la búsqueda de sistemas con menor huella logística y alto nivel de automatización, con la idea de que puedan ser asignados orgánicamente a buques con capacidad aérea y cubiertas de vuelo reducidas.
Además, está prevista la posibilidad de que la FLOAN pueda designarse como “Centro de Experimentación de UAV de la Armada”, para dirigir y apoyar la experimentación con diferentes modelos de RPAS que resulten de potencial interés.
Sin embargo, la rápida evolución de estos sistemas dificulta un pronóstico sobre la naturaleza del uso y sostenimiento de los futuros RPAS, siendo previsible que la sencillez de alguno de ellos permita que sea empleado y gestionado directamente por las unidades a las que apoye, sin necesidad de un encuadramiento en la FLOAN, siendo en definitiva, un sensor más de buques y unidades, y que otros, en cambio, demanden una operación y sostenimiento más centralizados, no siendo posible en este momento predecir las consecuencias, en términos de recursos materiales y plantillas, para la FLOAN.
Por otra parte, continúan los trabajos de desarrollo, en su fase conceptual, para adquirir a medio plazo sistemas RPAS Clase III embarcados para la Armada que ofrezcan capacidades de AEW (alerta aérea temprana) y ASW (antisubmarina) para el Grupo de Combate centrado en el LHD “Juan Carlos I”. Esta categoría de RPAS está formada por sistemas con más de 600 kg de peso, caracterizados por su amplia autonomía, pudiendo estar en vuelo durante muchas horas (incluso más de un día en algunos modelos), y una gran capacidad para portar sensores y armamento.
Este tipo de sistemas tendrá un impacto significativo en las capacidades operativas de la Fuerza, y supondría un nuevo cambio de paradigma dentro de la FLOAN (donde se encuadrarían) y en la Armada.
¿Nos podría adelantar algo acerca de los objetivos que se plantea para el futuro de la FLOAN?
El futuro de la FLOAN está íntimamente ligado al ambicioso proceso de renovación y modernización a todos los niveles que ya se ha iniciado. En primer lugar, la sustitución de las aeronaves más veteranas, que sufren ya notables obsolescencias, habiendo comenzado por las de ala rotatoria.
Sin embargo, el ala fija, tanto la Cuarta Escuadrilla, con los aviones Cessna Citation, como la Novena Escuadrilla, con sus Harrier AV-8B+, necesitará pronto ser también renovada.
Por último, también está en proceso de decisión los sistemas no tripulados que se incorporarán a la Undécima Escuadrilla. Aunque los Scan Eagle no son sistemas que lleven operando mucho tiempo, en este tipo de sistemas la tecnología está evolucionando muy rápidamente y el ciclo de vida de éstos es significativamente más corto que el del resto de los medios de la FLOAN.
Pero, junto con la renovación de los medios aéreos, es necesario también acometer una significativa mejora en las infraestructuras, hangares y plataformas del aeródromo, ya no solo como consecuencia directa de la llegada de las nuevas aeronaves sino por su antigüedad.
Las instalaciones de la Flotilla de Aeronaves (Escuadrillas, Edificios de Mando y Apoyo, GAS FLOAN, SEARO y EDAN) están constituidas por múltiples infraestructuras, donde se operan y sostienen más de 40 aeronaves de ala fija y ala rotatoria y donde además se instruye y adiestra su personal de mantenimiento, dotaciones de vuelo y pilotos.
Gran parte de esas instalaciones cuentan con más de 50 años de antigüedad sin que se hayan realizado, en algunos casos, reformas de entidad desde su construcción, por lo que algunas de ellas se encuentran en un estado de gran deterioro. A esta antigüedad de las instalaciones se añade otro factor relevante como es la falta de espacios adecuados para el almacenamiento del material, vehículos de apoyo y aeronaves en estado de preservación.
El objetivo principal de la FLOAN en los próximos años es conseguir alcanzar la renovación de todos estos medios e instalaciones y culminar su modernización sin menoscabo de poder seguir cumpliendo con nuestra misión con el menor impacto posible en la operatividad de la Armada y, por supuesto, hacerlo sin poner en riesgo la seguridad de las unidades.
¿Qué representa para un profesional de la Armada ser el Comandante de una Unidad tan importante como la FLOAN?
Es un privilegio ejercer el mando de una Unidad con más de cien años de historia, con una entidad considerable tanto en lo que a recurso humano se refiere como en medios e instalaciones, y que proporciona a la Armada numerosas capacidades y servicios.
Si a ello hay que unirle la situación actual de trasformación hacia una unidad más moderna, donde se están produciendo bajas y altas de aeronaves, creación y disolución orgánica de Escuadrillas, inversiones en creación y renovación de infraestructuras, etc. concentradas en un período de tiempo muy reducido, la complejidad del mando aumenta considerablemente.
Las principales armas para superar el reto no son diferentes de aquellas de las que dispone cualquier Comandante de Unidad: trabajo, sacrificio y motivación, aplicar los conocimientos y experiencia acumulados con los años de servicio y, por supuesto, lo más importante: disponer de una dotación con un alto grado de cualificación técnica y especialización aeronáutica, y con una entrega, dedicación y profesionalidad ejemplares. Tras mis primeras semanas de mando, puedo dar fe que estas cualidades están muy presentes en el personal que compone la FLOAN, la EDAN, el GAS FLOAN y el AEMROT. Fundamental también son el apoyo y la confianza de los mandos y autoridades militares de las que dependo orgánica, operativa y funcionalmente.
Asumo, con gran ilusión, esta responsabilidad desde el momento en el que el CN. José Emilio Regodón me hizo entrega del bastón de mando el pasado día 25 de junio en el acto de relevo presidido, para mayor satisfacción aún, por el Comandante General de la Infantería de Marina.