La aeronave más veterana del Ejército del Aire, el Northrop F-5 Freedom Fighter, cumple 50 años en servicio, los últimos como entrenador avanzado y de tiro en la Escuela de Caza y Ataque en la base aérea de Talavera la Real (Badajoz).
Durante este medio de siglo, estos cazas norteamericanos han superada las 170.000 horas de vuelo y formado, en la Escuela de Caza y Ataque (antes de Reactores), a más de 1.000 los alumnos, que han sido y son la espina dorsal de los pilotos de combate del Ejército del Aire. Fueron construidos bajo licencia de Northrop por Construcciones Aeronáuticas S.A. (CASA) (hoy Airbus Defence & Space) en su factoría de Getafe (Madrid), donde también se les ha sometido a las actualizaciones que han permitido alargar su vida operativa de esta manera extraordinaria. Así seguirán en servicio, hasta 2027 o 2028.
El entonces Ministerio del Aire adquirió a finales de los sesenta un total de 70 F-5, tanto de la versión monoplaza o F-5A como de los biplazas F-5B, que tras ser modernizados pasaron a denominarse F-5M. Con ellos, denominados en Estados Unidos Freedom fighter, en plena época Guerra Fría Washington armó a sus aliados para hacer frente a las pujantes fuerzas aéreas de la Unión Soviética y sus naciones comunistas satélites. Así, en España sustituyeron a los veteranos reactores biplazas de entrenamiento T-33 Shooting Star y los cazabombarderos F-86 Sabre durante los primeros años de la década de los 70.
Actualmente quedan en activo 19 de los 34 F-5B montados por CASA que, junto a otros 36 monoplazas, de los que 18 se transformaron posteriormente en aviones de reconocimiento fotográfico RF-5, constituyeron la flota con la que se renovó en apenas seis años la aviación de combate del Ejército del Aire. Con un vinilo en el estabilizador vertical, uno de los F-5M, recuerda el 50 aniversario de estos aparatos en la fuerza.(Julio Maíz Sanz).
Fotografia: El F-5M con decoración especial del 50ª aniversario en su estabilizador vertical. (foto Ejército del Aire)