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Jueves, 3 de octubre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

El museo del Aire de Madrid prepara un macro hangar para exponer míticas aeronaves militares, como el Heinkel He-111E

El hangar 6, en primer plano el F-86F “Sabre” en proceso de repintado, al fondo se ve el Dornier Do-24. (foto Julio Maíz)
El hangar 6, en primer plano el F-86F “Sabre” en proceso de repintado, al fondo se ve el Dornier Do-24. (foto Julio Maíz)
En el marco de los trabajos que está realizando el Ejército del Aire y del Espacio en el Museo de Aeronáutica y Astronáutica de Cuatro Vientos (Madrid), se está adecuando el hangar 6 para ampliar la oferta de aeronaves que se exponen al público.

Este gran hangar llevaba años usándose para preservar en su interior míticos aviones de la colección del Museo de Aeronáutica y Astronáutica, también conocido como “Del Aire”, como  los alemanes Dornier Do-24, Heinkel He-111E y su derivado español, el CASA C2111F. Conserva, además, otras piezas de alta importancia histórica, como la cola del hidroavión CANTZ Z.506, en el que perdió la vida el aviador Ramón Franco en octubre de 1938 durante la Guerra Civil Española.

La idea del equipo del Museo, que lidera actualmente el coronel Felix Manjón, es crear un nuevo espacio museístico interactivo en el hangar, en el que, además de exhibir las citadas aeronaves, se muestren los principios básicos de la aeronáutica. El coronel incide en que, al contrario de la tradicional doctrina de “no tocar”, se anime a captar con el tacto las explicaciones, lo que sería especialmente útil para los discapacitados visuales, colectivo con el que ha trabajado en otras ocasiones en el Museo, en concreto con los alumnos y personal de varios colegios de la ONCE, con los que ha acumulado una buena experiencia.

Paralelamente, se está trabajando en el mantenimiento de los múltiples aviones expuestos en el exterior del Museo, que sufren las inclemencias del duro clima de Madrid en el que los inviernos son bastante fríos y los veranos tórridos, lavando para ello los aviones con agua a alta presión o, en los más afectados, repintándolos completamente.

El coronel Manjón limpiando con agua a presión el Canadair CL-215, expuesto en el museo. (foto Julio Maíz)

En lo referente a esta última actividad de restauración, se ha hecho un brillante trabajo en aeronaves como el plateado CASA 127 (designación española del diseño alemán Dornier Do-27) del SAR y en un elegante bimotor norteamericano Piper PA-31P-425 Navajo, de la última versión del modelo, que estaban presurizados o Pressurized, como se puede ver escrito en los estilizados carenados de sus dos los motores.   

Actualmente está en curso, usando el referido hangar 6, el repintado del North American F-86F Sabre, que incluye la aplicación de un nuevo esquema de pintura que se adapta con presión a los colores que llevaban estos reactores estadounidenses cuando servía en la patrulla Ascua, antecedente en los años cincuenta y sesenta del pasado siglo de la actual patrulla acrobática Águila.  

Esta aeronave es exhibida normalmente frente al hangar 1, junto a un CASA C-101 de la patrulla Águila, y en breve lucirá en la nueva posición, con el renovado esquema de pintura.

Próximamente se acometerá la restauración de uno de los gigantes del museo, el Boeing KC-97, que en su momento fue el primer avión con capacidad de repostar en el aire del entonces Ejército del Aire. Estamos ante una labor titánica, teniendo en cuenta la más que ajustada plantilla del Museo, uno de los principales problemas que afecta al Ejército del Aire y del Espacio, aunque, según resalta el coronel Manjón, se cuenta con la ayuda de los profesionales de la cuasi colindante Maestranza Aérea de Madrid (MAESMA), que tiene también sede en las históricas instalaciones de la base aérea de Cuatro Vientos. (Julio Maíz)


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