El programa de construcción de las corbetas sauditas ha sido vital para generar trabajo en la Fábrica de Turbinas de Navantia de Ferrol (La Coruña), hasta la puesta en marcha del encargo de las futuras fragatas españoles F-110. La empresa está finalizando la fabricación de las reductoras para las corbetas que Navantia está construyendo en los astilleros de la Bahía de Cádiz, se completan en la planta de San Fernando, para la Real Armada de Arabia Saudí.
El departamento de Turbinas de Navantia Ferrol iniciará el próximo 14 de abril el traslado de las cajas reductoras de las corbetas que el grupo público construye para Arabia Saudí, según confirmó la semana pasada su director, Andrés Cachaza. l envío de los componentes se extenderá hasta principios del próximo mes de mayo.E
Actualmente se realizan las pruebas de la novena caja reductora del total de diez destinadas al pedido saudita, que consta de cinco corbetas, cada una equipada con dos motores. Este sistema es un elemento esencial en la propulsión, ya que se posibilitan el enlace entre el motor y la hélice. Este pedido, cuando finalice este mismo año, habrá supuesto para esta filial de Navantia una carga de trabajo de 330.000 horas.
El encargo se enmarca en el contrato firmada entre España y Arabia Saudí para la venta de estas cinco corbetas, firmado en julio de 2018, por un importe de 1.800 millones de euros. El contrato saudí ha sido vital para dar trabajo a la planta durante estos años que próximamente se implicará plenamente en el futuro proyecto de construcción de 5 fragatas del tipo F-110 para la Armada. Según la empresa, los trabajos, además de en el sistema de propulsión, se centrarán en la superestructura. Las instalaciones de Navantia de Ferrol están en activo desde 1912, paralizando su labor sólo momentáneamente durante la Guerra Civil española, entre 1936-1939. (Julio Maíz Sanz)
Fotografía: Piñón de engranaje de una caja reductora fabricada en la planta de Turbinas de Navantia. (foto Navantia)
