El sector Defensa de Colombia se ubicó en 2016 en el nivel B (bajo riesgo de corrupción) del Government Defence Anti-Corruption Index (Indice Anticorrupción del Sector Gubernamental de Defensa) elaborado por Transparency International UK, convirtiéndose por primera vez en el país latinoamericano mejor situado y en el puesto 19 de los 116 países evaluados. Mejora su resultado frente a la anterior medición, realizada en 2014, donde se situó en la banda C (riesgo moderado) compartiendo ahora esta calificación con naciones de altos estándares de integridad y transparencia como Estados Unidos, Canadá, Australia, Noruega, Suecia, Finlandia, Alemania, Bélgica, Holanda o Japón, entre otros.
A través de entrevistas y revisión de fuentes e informes nacionales, Transparency International UK revisa 77 indicadores para evaluar la integridad de las instituciones del sector defensa, que consolida en una puntuación general compuesta por siete bandas o niveles: A (muy bajo riesgo de corrupción), B (bajo riesgo), C (riesgo moderado), D (alto riesgo), E (muy alto riesgo) y F (riesgo crítico). En la actual medición, tan solo dos países se ubicaron en la Banda A y 17 en la Banda B (incluyendo Colombia).
En los últimos años, el Ministerio de Defensa Nacional colombiano ha hecho importantes esfuerzos para mejorar la transparencia y la rendición de cuentas en el sector de defensa y seguridad, siendo ésta una manera de garantizar la legalidad en los procesos de adquisición de material militar, en los que participan importantes empresas nacionales y extranjeras del sector. El reporte también destaca el proceso para ingresar al Programa NATO Building Integrity (Construyendo Integridad de la OTAN) el cual debió cumplir altos estándares anticorrupción exigidos por esta organización .
El Ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, tras conocer los resultados del estudio aseguró que “Tenemos que seguir mejorando en la lucha contra la corrupción, particularmente en aspectos que el mismo reporte señala requieren un mayor foco, por ejemplo en la planeación de mediano y largo plazo de los presupuestos, la depuración de la información clasificada como reservada, los protocolos para la designación y el monitoreo de los cargos que implican un mayor riesgo de corrupción, el seguimiento a las políticas de offsets, el entrenamiento al personal en transparencia previo al despliegue de operaciones y el respectivo control frente al riesgo de fraude durante las mismas". (Carlos Vanegas, corresponsal de Grupo Edefa en Colombia)
