El gobierno de Botswana está negociando con el fabricante sueco Saab la adquisición de ocho aviones de combate JAS-39C/D para el Ala Aérea de sus Fuerzas de Defensa (Botswana Defence Force o BDF Air Wing). Así lo comunicó recientemente la Administración de Material de Defensa Sueca (FMV por sus siglas en sueco), sin embargo según diarios africanos, la operación podría extenderse hasta 18 aviones y un monto económico de 1.630 millones de dólares, sucediéndose las entregas en dos o tres años.
Botswana quiere reemplazar con ellos a sus veteranos aviones F-5 fabricados bajo licencia en Canadá (Canadair CF-5) de los que dispondría de una decena en condiciones de servicio. Los aviones, que reciben la designación local BF-5, fueron encargados a mediados de los noventa.
De materializarse la compra, Botswana se convertiría en el segundo cliente africano del Gripen después de Sudáfrica, vecina de la primera y que opera 26 de estos aviones de combate, aunque desconocemos hasta qué punto puede haber influido sobre la elección del Gripen la experiencia de su vecino sudafricano. En 2013 la baja disponibilidad de fondos obligó al Ministerio de Defensa de Sudáfrica a almacenar parcialmente sus aviones de combate por no poder mantenerlos en vuelo. Aunque inicialmente se decidió dejar en tierra la mitad de la flota, los aviones están rotando entre unidades y permaneciendo por períodos de tiempo limitados inactivos.
En 2011 la empresa suiza Pilatus Aircraft anunció la selección por parte de la BDF de su entrenador turbopropulsado PC-7 MkII para reemplazar a los PC-7 empleados por Botswana desde inicios de los noventa. La compra contempla la adquisición de cinco aviones de formación y los elementos terrestres además de repuestos y apoyo integrado. La disponibilidad de estos nuevos entrenadores facilitaría la transición de los pilotos para la llegada de los nuevos Gripen. (José Mª Navarro García)
Fotografía: Un JAS-39C Gripen sudafricano (Saab)