En el marco de la Jornada Tecnológica “Sistemas de Aeronaves Pilotadas por Control Remoto (RPAS) en el Entorno Naval” organizada por la Armada, hemos tenido ocasión de contemplar in situ la gama de Unmanned Surface Vehicle (USV) de la firma española SCR, incluido su nuevo diseño el Spayk II. Si bien la experiencia española en sistemas Remotely Piloted Aircraft Systems (RPAS) es ya bastante dilatada, involucrando a muchas empresas, tanto multinacionales asentadas en España como de la categoría PYME, la entrada en el campo de los USV es todavía mínima.
Las necesidades de USV están también creciendo de una manera geométrica, con el liderazgo actual de empresas de Israel y Estados Unidos, por lo que SCR (Sistemas de Control Remoto), del grupo Everis, con una larga y exitosa experiencia en el campo de los drones blancos y más recientemente de los RPAS, ha entrado en el desarrollo de los citados sistemas navales. Así, ha aprovechado el fórum organizado por la Armada en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos de la Universidad Politécnica de Madrid para presentar los dos sistemas de USV que tiene actualmente.
El más pequeño, denominado Spayk I, es un blanco naval (target) que destaca por su control automático mediante autopiloto que le permite navegar de forma autónoma siguiendo una ruta de navegación fijada por GPS. Alcanza una velocidad de 35 nudos de navegación y una autonomía de 3 horas. Este sistema fue objeto de una prueba real a principios de 2015 durante la cual la fragata de la Armada española Santa María (F-81) realizo fuego real contra el sub-target que remolaba el Spayk I, a una distancia de 50 metros, lo que le permite mantener en una posición de seguridad al vehículo principal. El sub-target permite instalar una amplia gama de cargas de pago (señales visuales, señales radáricas, amplificadores, generadores de humo...).
Bastante más grande, hemos podido ver el durante la jornada el USV Spayk II, también en la categoría de medio de remolcaje de un sub-target. Al igual que su “hermano” menor su autopiloto le permite navegar de forma automática siguiendo la ruta marcada por GPS, aunque en este caso la autonomía es mayor (4 horas), aunque la velocidad es un poco más reducida de 25 nudos. El Spayk II está montado en una lancha semirrígida de 4,5 metros de eslora (largo), lo que la equipará a las embarcaciones que suelen utilizar los terroristas, o algunas fuerzas navales, por lo que hace entrar a la dotación del buque “atacado” plenamente en los conceptos de guerra asimétrica e hibrida.
Estamos ante unos desarrollos, que ya plenamente válidos para su misión de remolcaje de blancos navales, podrán irse adaptando a las múltiples capacidades que otorgan los USV, como son servir de plataformas de sistemas de vigilancia (cámaras TV/IR), ir incorporando armamento asociado a dichos sensores, MCM, aplicables tanto a utilidades militares como de Home Security. (Texto y fotografía: Julio Maíz Sanz)
Fotografías: (Julio Maíz /defensa.com)
·El Spayk I.
·El Spayk II.