El fabricante aeronáutico checo Aero Vodochody, empresa fundada en 1919, cambió nuevamente de manos al ser comprada por la húngara HSC Aerojet Zrt, tras 15 años controlada por Penta Investments, operación en la que se incluye el aeropuerto de Vodochody.
Marek Dospiva, socio del vendedor, reconoció que el desarrollo y preparación para la producción en serie del L-39NG, que hasta la fecha ha consumido más de 120 millones de euros, era fundamental para el futuro de la empresa. La certificación de la aeronave se convirtió en el detonante de nuestra salida. Queremos centrar nuestro esfuerzo en las empresas estratégicas clave de nuestra cartera en el futuro, dejando dudas sobre el panorama futuro. Los nuevos propietarios controlarán Aero a través de Vodochody Holdings, que es 100 por ciento propiedad de HSC Aerojet Zrt, que pretende seguir con los tres pilares de su negocio; esa aeronave, mantenimiento, reparación y revisiones (MRO) y aeroestructuras.
En 2006, Penta ganó el concurso de privatización de Aero Vodochody por la que pago casi 120 millones de euros y había registrado unas pérdidas de 40 millones, acometiendo una significativa reestructuración y retornado a los beneficios operativos en un plazo de doce meses. En los siguientes diez años desarrollo programas civiles para fabricantes aeronáuticos internacionales, como Boeing, Bombardier, Sikorsky y Embraer. En 2014, Penta reconsidere la producción de su propio avión. Omnipol comenzó la puesta a punto y la preparación para la producción en serie del L-39NG. A partir de 2016 entró en números rojos, principalmente por las pérdidas de un programa con Sikorsky y las grandes inversiones que requería la nueva aeronave. El L-39NG se certificó en 2020. La estrategia el desarrollo del aeropuerto de Vodochody para compañías de bajos costes, plan que ha abandonado el nuevo propietario limitándolo al empleo por la fábrica y el Ejército checo, que tiene un contrato para ello hasta vigente hasta 2028.
Penta es un grupo de inversiones centroeuropeo que se creó 1994, operando en los sectores de salud, servicios financieros, fabricación e inmobiliario y su cartera de compañías proporciona 4.000 puestos de trabajo y tenía recursos el año pasado por valor 11.100 millones de euros. Opera en una decena de países del Viejo Continente y tiene oficinas en Praga, Bratislava, Varosvia y Munich.
HSC Aerojet Zrt. está controlada por el hombre de negocios húngaro Kristóf Szalay-Bobrovniczky, teniendo una minoría la checa Omnipol. Con 11.000 de aeronaves construidas pasa docenas de operadores militares, sigue existiendo una amplia flota de L-39 Albatross y ofrece el nuevo L-39NG, con el que difícilmente pretende mantener la posición que tuvo como líder en el mercado de entrenadores a reacción. Más recientemente ha pasado a ser socio de riesgo de programas en los que ha tomado no sólo la responsabilidad de de la producción de estructuras, sino también del desarrollo.
Omnipol tiene sede en Praga y es un grupo de inversiones y comercio con más de 85 años de experiencia en los mercados doméstico e internacional. Proporciona soluciones de defensa y seguridad y tiene subsidiarias como ERA (cuyo director general ha pasado a ser el presidente de Aero Vodochody) y MESIT. Cuenta con tecnologías avanzadas e instrumentos para aeronaves civiles y militares, sistemas pasivos para monitorización de blancos aéreos, terrestres y navales, comunicaciones militares, instrumentos para aeronaves militares y producción de ingeniería de precisión, incluyendo su propia fundición y procesos galvánicos. Cuenta también con productos de software y de ciberseguridad para los sectores civiles y militares. Da empleo a más de 1.400 profesionales, de los cuales más de 200 están dedicados a investigación y desarrollo de nuevos productos.
Fotografía: Aero Vodochody L-39G.
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Aero Vodochody L-159 y L-39.
