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Viernes, 1 de noviembre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

¿Quién fabrica qué en defensa?

Paracaidistas de la Brigada “Almogávares” desplegados durante el ejercicio ExTrueno23 abren fuego con el obús remolcado de 155 mm. (Ejército de Tierra)
Paracaidistas de la Brigada “Almogávares” desplegados durante el ejercicio ExTrueno23 abren fuego con el obús remolcado de 155 mm. (Ejército de Tierra)

En fechas recientes analizábamos las complicaciones legales y administrativas que rodean el establecimiento de una fábrica de armas o municiones en España. Ahora nos centraremos en la dificultad para atribuir la autoría de un sistema de armas o alguna de sus partes teniendo en cuenta los procesos actuales de fabricación y sus complejidades.

Cualquier máquina moderna es un sistema complejo y para comprender su funcionamiento o diseño y para mejorarla es necesario mucho estudio, trabajo y conocimientos específicos.

Además, en la industria moderna los medios productivos son muy eficientes, pero suelen ser caros y de operación difícil, exigiendo personal no solamente instruido en su manejo, si no también entrenado. Por eso las cadenas de producción de series pequeñas, con ocupación temporal limitada de los medios de fabricación, se componen de muchas empresas altamente especializadas en una tarea concreta que realizan para muchas otras que la subcontratan.

La suma de estas tareas permite completar la producción de una determinada pieza o producto. Por ejemplo, en la manufactura de productos metálicos suelen intervenir empresas especializadas en mecanizados, forjas, tratamientos, etc. y el fabricante del producto no se dota de esos medios de producción, si no que se subcontrata a otras para esas actividades.

El ejemplo de los cañones

El tubo de cañón es una parte muy importante de cualquier arma, su fabricación no está al alcance de cualquiera y forma parte de un sistema más complejo que incluye la munición, entre otros elementos. Para fabricar un tubo es necesario conocer los esfuerzos a que va a estar sometido, con objeto de dimensionarlo adecuadamente y que después no se rompa durante el disparo.

Si se requiere una alta precisión, también será necesario darle forma adecuada, que posiblemente no sea cilíndrica y unas tolerancias adecuadas en sus dimensiones. En el caso en el que vaya a disparar un proyectil estabilizado por rotación, no por aletas, también será importante determinar el número y profundidad de las rayas, con objeto de que engarce adecuadamente la banda de forzamiento del proyectil, así como el paso de rayado, de manera que el proyectil salga con una velocidad angular que lo haga estable durante toda la trayectoria, para que se adapte a la misma y caiga con la espoleta delante, no de “panza”.

Para determinar los esfuerzos a que estará sometido es necesario partir del estudio de balística interior de la munición que nos dará la curva de presión-recorrido del disparo, que nos sirve de base para determinar la curva de presión de diseño del tubo, con la que podemos determinar el espesor de pared necesario, así como el acero adecuado y el zunchado o autozunchado del mismo.

Los cálculos de resistencia de materiales o elasticidad para determinar las tensiones a que está sometido el material en un tubo de pared gruesa son ampliamente conocidos y vienen dados por las ecuaciones de Lamé, que no mostramos aquí para no aburrir al lector. Una vez tenemos estas tensiones tendremos que usar uno de los distintos criterios de rotura, ya que no basta con seleccionar la tensión más grande y probar que es menor a la tensión de rotura del acero elegido, no es así como se comportan los materiales.

Por ejemplo, podemos someter una pieza a presión hidrostática altísima, sobrepasando mucho el límite de rotura del material, sin que le pase nada y una vez cesa la presión vuelve a su condición normal. Se suele usar en el cálculo de tubos el criterio de rotura de Von Misses.

Fuego de mortero a cargo del Grupo de Combate “Colón” de la Brigada “Rey Alfonso XIII” La Legión en el CENAD de Chinchilla durante el ejercicio LEGION DART (Ejército de Tierra)

Y ahora el proceso de fabricación

Con estos conocimientos y muchos otros que no hemos indicado determinamos la geometría del tubo y los tratamientos adecuados a que hay que someterlo. Las tolerancias de fabricación serán muy estrechas y se necesita una maquinaria y equipos especiales, pero que están disponibles en la industria para fabricar todo tipo de tubos de pared gruesa sometidos a altas presiones, no solamente los tubos de uso militar.

Normalmente se suele partir de una forja de acero muy aleado que se perfora en su interior. Existen máquinas herramientas específicas para estos trabajos y empresas especializadas en los mismos, con operarios altamente capacitados. Para medianos y grandes calibres no suele ser viable la adquisición de estas máquinas, ya que las series de fabricación son pequeñas.

Se suele subcontratar el trepanado del tubo a empresas especializadas, con equipos específicos para estos trabajos y el control de calidad de los mismos y también de trabajos asociados como los tratamientos térmicos.

La pregunta que nos hacemos ahora es ¿quién fabrica el tubo, el que le hace el agujero? En el caso de sistemas más complejos, como un lanzacohetes nos encontramos con una situación similar pero más compleja y nos podemos preguntar: ¿Quién fabrica el lanzacohetes, el que extruye el grano de pólvora del motor cohete, el que carroza el vehículo o el que fabrica los circuitos electrónicos? (Karl Kranz)

 

 

 


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