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Viernes, 1 de noviembre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

La Fuerza Aérea Mexicana comprará 18 helicópteros Black Hawk

Helicópteros Black Hawk de la Fuerza Aérea Mexicana(Foto: SEDENA)
Helicópteros Black Hawk de la Fuerza Aérea Mexicana(Foto: SEDENA)

La Comandancia de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) reactivó el proyecto para adquirir una flotilla de 18 helicópteros UH-60M Black Hawk  tras el incremento en los recursos que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha recibido en los últimos tres años para fortalecer su fideicomiso de compra de material bélico.

La inversión estimada sería de unos 13 mil millones de pesos (alrededor de 652,2 millones de dólares) por la flotilla de aparatos nuevos, equipados con sistemas de visión FLIR y con montajes para piezas de artillería no incluidas. La Fuerza Aérea Mexicana cuenta actualmente con una flota de 18 aparatos Black Hawk, que fueron adquiridos en 2014 y entregados en 2016, con una inversión de 203 millones de dólares

En el caso de la compra de una nueva flota de Black Hawks, estos  helicópteros ya están fabricados y su entrega se produciría en menos de medio año, para integrarlos a tres Escuadrones Aéreos de la FAM.

El hackeo que saca a la luz la compra

El dato inicial sobre la compra de los UH-60M se conoció a partir de la difusión de documentos clasificados extraídos por los hackers que integran la red denominada Guacamaya, en los que se ha revelado el proyecto de la Fuerza Aérea Mexicana, cuyo comandante, el general Gerardo Vega Rivera, envió una carta al Comando Norte de los Estados Unidos para solicitarle una cotización enfocada en la compra de 18 aparatos UH-60M.

El general Vega Rivera envió esa carta el 2 de junio, la cual fue respondida el 27 de ese mes por mandos del Comando Norte en un texto para acordar una reunión virtual entre mandos militares de ambos países para revisar cuatro temas sugeridos: la participación de una Compañía de México (una unidad militar integrada por 130 elementos)  al Centro de Capacitación de Preparación Conjunta (JRTC), el estado que guarda la donación de radares a México, la Conferencia de Ministros de Defensa den las Américas y la Solicitud de Precio y Disponibilidad para los Helicópteros UH-60.

Esta compra reactivaría la adquisición de material aéreo militar por parte del gobierno mexicano, suspendida a la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador cuya política de austeridad republicana afectó en principio el gasto bélico y con ello la modernización de equipo y armamento de todo tipo. 

Sin embargo, el presidente de México amplió de manera inédita la agenda de misiones para las fuerzas armadas, incluyendo aspectos no relacionados con el quehacer militar, como la construcción de aeropuertos civiles, la construcción de hoteles, de cuarteles policiacos y la creación de empresas para administrar obras vinculadas a desarrollos de los que se espera surjan recursos financieros para fortalecer a la milicia, a sus retirados y pensionados y a los derechohabientes de estos.

Gasto en Defensa

Para lograr esta meta, Obrador puso en marcha la política de pobreza franciscana, ordenando en 2021 nuevos recortes presupuestales en todas las áreas de la administración pública federal, menos en lo concerniente a las fuerzas armadas, cuyos presupuestos para el 2023 crecerán en forma notable.

En esa dinámica se hizo pública también, mediante documentos hackeados a la Sedena, la entrega de recursos por 113 mil millones de pesos (unos 5.669,2 millones de dólares) al Ejército Mexicano provenientes del fideicomiso aduanero en el que se concentra una parte importante de lo obtenido en el sistema de aduanas del país, integrado por una red de 50 establecimientos marítimos y terrestres localizados en las fronteras norte y sur, en los litorales y en el interior del territorio.

Datos contenidos en la documentación hackeada revelaron que de esa suma, 53 mil 615 millones de pesos serán para Obras Prioritarias, incluidos 28 mil 289 millones de pesos para el corredor del Istmo de Tehuantepec, que administrará la Secretaría de Marina (Semar). Otros 21 mil 299 millones de pesos serán para obras de la Sedena en la frontera norte, y 3 mil 927 millones de pesos irán al denominado Proyecto Guaymas, que contempla una carretera y un puerto que serán construidos por ingenieros militares.

El rubro del que saldría una parte reducida del gasto para adquirir los Black Hawk sería el denominado Compra de Equipo, del que se recibirá un total de 9 mil 267 millones de pesos (unos 482,5 millones de dólares) de los cuales 7 mil 822 millones son para la Semar; mil 20 millones, para el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y 425 millones para el Tren Maya.

Los recursos principales para la compra de los 18 UH-60M podrían surgir de dos fuentes: el Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar (FPAPEM), que en 2020 fue de 31 mil millones de pesos (alrededor de 1,5 millones de dólares) o bien del mecanismo de Arrendamiento Financiero, mediante el cual el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) adquiere los bienes solicitados por las fuerzas armadas, paga el endeudamiento y aparece como propietario en tanto el Ejército o la Armada de México liquidan la compra.

Sin embargo, en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2023 (PEF 2023) aprobado para la Sedena y que será de 111 mil 911 millones 638 mil 277 pesos (5.609, 4 millones de dólares) no aparece la compra de los 18 helicopteros Black Hawk en los 16 Proyectos y Programas de Inversión registrados.

Al momento, ni la Sedena o el gobierno federal se han pronunciado respecto a la compra de los 18 UH-60M Black Hawk fabricados por la norteamericana Sikorsky Aircraft Corporation.   (Jorge Alejandro Medellín, corresponsal del Grupo Edefa en México)

 


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