Pese a que no ha finalizado aun el proceso de su sustitución con F-16 de segunda mano, la Fuerza Aérea de Rumania ha decido retirar su flota de aviones de combate MiG-21 LanceR.
La decisión, tomada el pasado 15 de abril, de dejar ya en tierra la flota de Mikoyán-Gurevich MiG-21, heredada de la época soviética pero modernizada posteriormente a la versión LanceR, se debe a una “tasa de accidentes significativamente alta”. La última de las bajas se produjo el pasado 2 de marzo, cuando el capitán Costinel Iosif Niţă perdió la vida a los mandos de uno de los estos aparatos, de los que quedaban 28 al servicio de la Fuerza Aérea de Rumania.
La tasa de accidentes es determinante para el adelantado fin de operaciones, pues a pesar de la veteranía del sistema, los MiG-21 LanceR aún podrían haber estado algunos años en servicio, ya que las empresas Elbit Systems (Israel) y la local Aerostar los modernizaron a principios de la década de 2000 para adaptarlos al estándar de la OTAN. El anuncio de esta retirada anticipada se produce en momentos en que aumentan las tensiones en el flanco oriental de la Alianza, debido a la invasión rusa a Ucrania.
A partir de ahora, las capacidades de combate se basará solo en los 17 cazabombarderos F-16AM/BM adquiridos de segunda mano a Portugal y que anteriormente eran operados por parte de la Força Aérea Portuguesa. Así, aun contando con el apoyo de la OTAN para proteger su espacio aéreo frente a los eventuales incursiones de aeronaves rusas, Rumanía quiere acelerar la adquisición de 32 F-16 adicionales de segunda mano procedentes de Noruega, negociaciones de las que ya nos hizo eco.
Buscando el F-35
La idea es contar con material de este tipo para poder formar tres escuadrones. El proyecto de ley relacionado con esta compra se presentará al Parlamento "lo antes posible", dijo el Ministerio de Defensa rumano, que precisó que los F-16 permanecerán en servicio durante al menos diez años y que constituirán una “capacidad de transición hasta la llegada de los aviones F-35 de quinta generación”.
El pasado 4 de febrero, según recoge el medio galo Opex360, el presidente rumano, Klaus Iohannis, anunció la intención de adquirir F-35A, señalando que la decisión era: “La continuación de los esfuerzos estratégicos de Rumanía para garantizar la integridad territorial y la seguridad de sus ciudadanos, así como para brindar apoyo a los estados aliados y socios, de conformidad con sus compromisos internacionales, es una prioridad de la política exterior y de seguridad”.
Según cifras de la OTAN, el presupuesto militar de Rumania ascendió a 4.450 millones de euros en 2021, con lo que su gasto en defensa llegaría casi el 2% de su PIB. Esta cantidad se ha duplicado en comparación con la de 2015, siguiendo las recomendaciones de la Alianza, tras la toma de Crimea por parte de Rusia. Además, dicha ascenso del gasto en defensa seguirá subiendo, dado que el referido presidente Klaus anunció en marzo que del Gobierno de Bucarest aumentaría aún más esta partida de gasto hasta el 2,5 % del PIB a partir de 2023.
Fotografía: Uno de los MiG-21 “LanceR” de la FAR (foto Cristian Ghe)
