Sólo cuatro días después del accidente de un F-22A Raptor, la noche del 19 de mayo se estrellaba otro caza de última generación de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, un F-35A Lightning II, con sede en la misma base, la de Eglin (Florida).
Según fuentes oficiales de la USAF (United States Air Force), el piloto logró eyectarse de la aeronave y fue transportado a un hospital en la propia base por la unidad médica 96th Medical Group Hospital para ser valorado. Es el segundo accidente de un avión de combate de 5ª generación furtivo al radar o stealth en solo cinco días, basado además en la misma instalación de la USAF, la denominada oficialmente como Eglin AFB (Air Force Base), al oeste del Estado de Florida.
El F-35A estaba asignado al 58th FS (Fighter Squadron), que lleva el sobrenombre de los “Gorillas”. La misión de este FS, que forma parte del 33d FW (Fighter Wing) que está asignada al ATEC (Air Education and Training Command), es entrenar pilotos y personal de apoyo que opera la flota de F-35 de la USAF, actualmente en plena expansión, como publicó defensa.com.
En el momento del accidente, hacia las 9:30 de la noche, el piloto se encontraba en un ejercicio de entrenamiento de vuelo nocturno de rutina. Se produce a escasos días del accidente del F-22A Raptor, cuyo piloto también se salvó, y es el primero que tienen los Lockheed Martin F-35A (versión de despegue/aterrizaje convencional) de la USAF.
Globalmente de las más de 500 unidades de F-35 construidas en la planta de Fort Worth (Tejas) de Lockheed Martin, solamente tres se han accidentado. En septiembre de 2018, un F-35B de los Marines de los Estados Unidos o USMC (United States Marine Corps) impactó cerca de su base de Beaufort (Carolina del Sur) y en abril 2019 un F-35A de las Fuerzas Aéreas de Autodefensa de Japón o JASDF (Japan Air Self-Defense Force) cayó al Océano Pacífico, donde su piloto perdió la vida. (Julio Maíz Sanz)
Foto: Uno de los F-35A “Lightning II” en vuelo, en la cola se ven las siglas EG (Eglin). (foto USAF)