La Marina estadounidense no hacía una prueba de resistencia del tipo Full Ship Shock Trials o FSST (Pruebas Completas de Choque de Buques) a un portaviones desde 1.987 cuando evaluó la resistencia del USS “Theodore Roosevelt” (CVN 71) a explosiones próximas. De hecho las últimas pruebas de este tipo tuvieron lugar en 2016 cuando se evaluó esta capacidad sobre los Buques de Combate del Litoral (LCS por sus siglas en inglés) a los buques USS “Jackson” (LCS 6) y USS “Milwaukee” (LCS 5).
Sin embargo el pasado 8 de agosto se realizó la tercera y última serie de pruebas sobre el nuevo portaviones USS “Gerald R. Ford” (CVN 78), consistente en una sucesión de explosiones de gran potencia, cada vez más próximas al buque, para comprobar la capacidad de este y de su tripulación para seguir actuando a pesar de la proximidad de la amenaza.
Las dos pruebas previas necesarias para completar la evaluación tuvieron lugar el 18 de junio y el 16 de junio, según la Instrucción 9072.2 de la Oficina del Jefe de Operaciones Navales. Esta última prueba tuvo lugar en la cosa de Jacksonville en Florida, tras lo cual se completaron las pruebas.
Las Pruebas de Choque (Shock Trials) validan la dureza de las ondas explosivas y la capacidad de un barco para sostener operaciones en un entorno de combate simulado utilizando munición real. Durante la evolución de las pruebas de cuatro meses, el primer portaaviones de la clase Ford resistió el impacto de tres explosiones submarinas de 40.000 libras (más de 18 toneladas), detonadas a distancias cada vez más cercanas al barco. Según la Navy “estas pruebas de impacto han probado la resistencia de Ford y su tripulación y han proporcionado datos extensos utilizados en el proceso de validación de la dureza de impacto del barco" siendo el objetivo último “garantizar que los sistemas de combate integrados funcionen como se diseñaron”.
La Navy además precisa que estas prueba se desarrollaron teniendo en cuenta la vida marina próxima, que no hubiera riesgos para el personal militar y el civil a bordo, pero recordando que estos buques han sido diseñados y construidos para operar en las condiciones de seguridad más congestionadas del mundo.
El USS “Gerald R. Ford” está regresando al área de Tidewater para un periodo de seis meses de “Disponibilidad Incremental Planificada (PIA)” fase en que se realizarán inspecciones detalladas adicionales, se evaluará cualquier daño sufrido durante las pruebas y se continuarán con el trabajo de modernización y mantenimiento antes de los trabajos de preparación para el despliegue del barco en 2022. (José Mª Navarro García)
Fotos: Diferentes secuencias de las explosiones próximas al Gerald, R. Ford (US Navy)