En los últimos días, la Base Aérea de “las Palmas” de la Fuerza Aérea del Perú, ubicada en Surco (Lima), volvió a ser centro de una polémica generada por el alcalde Carlos Bruce, quien planteó su cierre argumentando por un lado la seguridad de la población ante los vuelos a baja altura y por el otro su “preocupación” por el ruido excesivo generado que a su vez “genera llanto en los niños, alteración de mascotas y la perturbación mental de los vecinos”.
Esta no es la primera vez que, desde ciertos sectores políticos vía medios de comunicación afines, se intenta promover el cierre de la Base Aérea de “Las Palmas”. En enero de 2018, la Comisión de Defensa del Congreso de la República declaró inviable una propuesta que pretendía autorizar el uso de la pista de aterrizaje y sus instalaciones por la aviación comercial, mientras que, en 2019, se presentaron quejas por los vuelos a baja altura, proponiendo su cierre debido a “la necesidad de Lima de contar con grandes recintos para eventos, viviendas y parques”, acción que no tuvo eco y no prosperó.
La Base Aérea de “Las Palmas” es considerada actualmente, algo que sectores con clara animadversión a las Fuerzas Armadas parecen desconocer o más bien prefieren ignorar, un centro estratégico para la formación, operación y logística de la Fuerza Aérea del Perú. Su rol es vital no solo en la defensa nacional sino en la respuesta ante emergencias y, en especial, en misiones de ayuda humanitaria.
De acuerdo al Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (CISMID), en el caso de que el Aeropuerto Internacional “Jorge Chávez” quedara inutilizado tras un sismo de 8,5°, la Base Aérea de “Las Palmas” sería el único punto por el cual la capital, donde residen poco más de 10 millones de habitantes, podría recibir ayuda humanitaria desde el extranjero. Su importancia se ha puesto de manifiesto en más de una ocasión en los últimos años.
En 2007, por citar un ejemplo, fue centro neurálgico de las operaciones que realizaron las Fuerzas Armadas del Perú en apoyo a los damnificados del terremoto de 7,9° que devasto la ciudad de Pisco, ubicado a unos 234 km al sur de Lima. En 2017, durante las operaciones de transporte y ayuda humanitaria realizadas con ocasión del ”Fenómeno del Niño Costero”, permitió, ante el congestionamiento del Aeropuerto Internacional “Jorge Chávez”, que las aeronaves de la Fuerza Aérea del Perú tendieran puentes aéreos a Chiclayo, Piura y Trujillo. Después, en 2020, durante la crisis generada por la pandemia del Covid-19, se utilizó para transportar las vacunas, así como personal médico, material de emergencia y ayuda humanitaria, además de evacuaciones médicas de pacientes a nivel nacional.
A fines de ese mismo año, sirvió para atender las emergencias causadas por las intensas lluvias e inundaciones en Arequipa, Cusco, Moquegua, Puno y Tacna, y en 2021 para atender a la población afectada por el sismo de 7,5° que afectó a las Regiones de Amazonas y Cajamarca en el Nororiente. Mas recientemente, la Base Aérea de “Las Palmas” demostró una vez más su valía en las operaciones de apoyo a damnificados del terremoto de 7° registrado en Arequipa en junio pasado, ha dado soporte para mitigar la crisis hídrica en la Amazonía y a la lucha contra incendios a nivel nacional.
“Las Palmas”
La Base Aérea de “Las Palmas” ocupa un área de más de 200 hectáreas y dispone de una pista de 2.825 x 45 m. Está equipada con modernos sistemas de vigilancia y radiocomunicaciones, y cuenta con un sistema de radio ayudas DVOR/DME HP e ILS/DME LP, adquirido a fines de 2019 a Stinville Corporation SA (España), representante de Thales Group (Francia), por un monto de 2,84 millones de dólares.
Este último comprende al DVOR 532, versión Doppler del VOR (VHF Omni Directional Radio Range), radiofaro de última generación que proporciona una señal azimut de precisión en regiones geográficas complejas, y al ILS420 que brinda a los pilotos información durante la aproximación, aterrizaje y rodaje en condiciones meteorológicas adversas.
Es sede de las Escuelas de Oficiales (EOFAP) y Suboficiales, y alberga, entre otros, al Comando de Operaciones (COMOP), a los Servicios de Electrónica (SELEC), y de Material de Guerra (SEMAG), así como al Servicio de Mantenimiento (SEMAN Perú SAC). Además, la pista de aterrizaje es utilizada por la sede anexa de la Aviación del Ejército del Perú. Por si fuera poco, la Base Aérea de “Las Palmas” es sede del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), una de las instalaciones más importantes del país en la gestión de emergencias y desastres naturales.
Tiene un legado histórico-cultural sin igual. Su creación data del 22 de junio de 1922, como consecuencia de la necesidad de reubicar los aeródromos de Bellavista y Maranga de esa época, por no ser apropiados para la aviación por consideraciones de índole tanto meteorológica como de espacio. Desde entonces, se ha consolidado como un bastión del sector aeronáutico, generando al paso de los años innovación tecnológica y empleos, habiéndose graduado de la Escuela de Oficiales (EOFAP) más de 105 Promociones de Oficiales Pilotos y Especialistas. Finalmente, en su Plaza de Armas, declarada como Patrimonio Cultural de la Nación, descansan los restos del Capitán FAP José Abelardo Quiñones Gonzales, héroe nacional y patrono de la Fuerza Aérea, caído en Quebrada Seca durante el Conflicto con Ecuador en 1941, lo que refuerza su significado como centro de identidad y orgullo nacional.