Rusia sumará a las capacidades de su caza Sukhoi Su-57, las del avión de combate no tripulado o Unmanned Combat Aerial Vehicle (UCAV) S-70, que operará integrado con él. Al igual que el programa europeo del Future Combat Air System (FCAS), todavía en fase de diseño, Rusia evalúa la interoperación entre un sistema y un avión de combate de última generación, como es el Sukhoi Su-57 de características furtivas o stealth. El Ministerio de Defensa de la Federación Rusa ha ordenado para ello tres nuevos prototipos del UCAV S-70 Okhotnik (cazador). La planta de Sukhoi, en Novosibirsk, estaría a cargo de su producción. Los ensayos podrían comenzar en 2022 y continuar hasta 2023.
El segundo prototipo incorporaría modificaciones a su diseño, para hacerlo aún más sigiloso a los sensores, mejorar sus controles de vuelo y los sensores asociados con su capacidad (reconocimiento, designación, y comunicación) para permitirle evolucionar, escapar de los lanzamientos de misiles enemigos y atacar sus objetivos de forma autónoma. Estos cambios se basan en las lecciones aprendidas de las pruebas del primer prototipo, que comenzaron en el verano de 2019.
Tras la validación de estas modificaciones, el tercer y cuarto prototipos tendrían una configuración similar a la de los futuros modelos de producción y estarían diseñados para probar sistemas de armas y sistemas de combate colaborativos hombre / máquina o Manned Unmanned Teaming (MUM / T). Sin embargo, el primer prototipo seguiría realizando sus fases de vuelo. En diciembre del año pasado, la agencia rusa RIA Novosti comunicaba que se habían realizado en la zona de pruebas y tiro de Ashuluk, cerca del Mar Caspio, una nueva fase de pruebas del UCAV, portando la bomba FAB-500 M-62 de 500 kg, que fue lanzada sobre objetivos cuyas coordenadas se conocían de antemano. Desde el verano pasado, el referido polígono de Ashuluk, se ha dotado adicionalmente de varios sistemas anti-UAV diseñados para simular un espacio aéreo altamente disputado con modernos medios tierra-suelo (S-400, Pantsir S1, interferencias electrónicas ofensivas...).
El verano pasado, el consorcio OAK (al que pertenece Sukhoi) logró adelantar su programa en 12 meses para acelerar la producción y el despliegue de la aeronave a partir de 2024. Este UAV de 20 toneladas diseñado por Sukhoi tiene una envergadura equivalente a la de un MiG-29. Su armamento sería en buena parte común a los del Su-57, incluida la famosa versión miniaturizada del misil hipersónico KH-47M2 Khinjal.
De acuerdo con el discurso del ministro de Defensa ruso, S. Shoigu, el UCAV S-70 Okhotnik es parte activa en el reforzamiento de la flota aérea rusa para penetrar las defensas aéreas de la OTAN. Los S-70 podrían integrar de 2 a 3 escuadrones de Su-57 para ampliar su alcance de detección de radar. Pero el papel del S-70 también podría evolucionar hacia el de un interceptor para neutralizar no solo los aviones de combate opuestos sino también las plataformas de reconocimiento, aviones de alerta temprana o de reabastecimiento en vuelo, justificando así la integración de misiles de corto y medio alcance (R73, R74 y R77). En resumen, el UCAV ruso podría multiplicar por diez la capacidad de ataque de la Fuerza Aeroespacial rusa, antes del despliegue final de los 76 Su-57 previsto para 2027.(Julio Maíz Sanz)
Fotografía: El aparato de combate de 5ª generación Sukhoi Su-57, volando en formación con un S-70 (arriba), en esta imagen digital. (foto OAK)