El Ministerio de Defensa ruso ha encargado dos buques denominados oficialmente patrulleros polares o Proyecto 23550 al astillero Almiralty Wharves Shipyard de San Petesburgo, buques que tendrán que entrar en servicio antes de que finalice 2020. La contratación se enmarca en el plan de armamento ruso hasta 2020, que establece que en 2016 se encargarán quince buques, dos de los cuales son los del Proyecto 23550, como anunció en enero el Comandante en Jefe de la Armada rusa, Alexander Fedotenkov.
La característica principal es que combinan elementos de tres tipos de buques: los patrulleros, los remolcadores de altura y los rompehielos. De hecho, según las especificaciones de diseño, podrá navegar con espesores de hielo de hasta 1,5 metros, lo que hace que no haya otro buque similar con el que pueda ser comparado.
Los diseños que han trascendido presentan una proa con un cañón de medio calibre, probablemente un A-190 de 100 mm., una cubierta y hangar para helicópteros entre el puente y la popa y al final de ésta una zona para la estiba de contenedores, que podrían ser para el sistema de misiles Club-K como el ofrecido para el mercado de exportación. Cada uno de estos contenedores podrían albergar o cuatro misiles antibuque Club o cuatro misiles de ataque a tierra Kalibr-NK empleados por Rusia en el conflicto de Siria. Con este despliegue de armamento el buque supera la categoría de patrullero y se posiciona claramente como una corbeta.
Este tipo de buques podrá desempeñar diversas misiones en la región del Ártico que podrían ir desde la escolta y protección de buques de suministro, operaciones de rescate, transporte de contenedores u otras de mantenimiento y apoyo a otros buques que operen en la región. (Texto: José Mª Navarro García)
Fotografías:
·La última presentación del Proyecto 23550 (Ministerio de Defensa de Rusia)
·Uno de los diseños iniciales. Ya se aprecia el montaje de contenedores en la popa.