Un funcionario de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) de Chile ha muerto cuando 12 ladrones intentaron llevarse sin éxito 32,5 millones de dólares en el momento en que el dinero estaba siendo cargado en un camión blindado en el interior del Aeropuerto Internacional de Santiago de Chile. Eran 25 bolsos arribados en el vuelo de Latam procedente de Miami.
La autoridad aeronáutica lamentó la muerte del funcionario, a quien se identificó como Claudio Alejandro Villar Rodríguez (también destacado bombero voluntario), y agrega en un comunicado que van a trabajar con las autoridades competentes para esclarecer el hecho rápidamente. Por su parte, el director de la DGAC, Raúl Jorquera, informó que los delincuentes demostraban "alta capacidad de fuego" y "planificación", pero que el entrenamiento y armamento de los elementos de la dirección (AVSEC, AViation SECurity) ayudaron a frustrar el robo.
Fueron más de 10 sujetos los que se dirigieron al lugar en tres o cuatro camionetas y trataron de perpetuar el asalto a las 7:40 a.m. (hora local) de este miércoles. Para lograrlo y eludir la seguridad, los delincuentes, algunos con uniformes similares a los funcionarios de la DGAC, habrían presentado credenciales aparentemente falsificadas. Luego, sometieron violentamente a un guardia y le robaron su arma de fuego. Inmediatamente después, se orientaron a una terminal de descarga, la W.
Los delincuentes rompieron una reja y se dirigieron a la zona de carga. Al ser sorprendidos, huyeron y prendieron fuego a varios vehículos en su fuga en una autopista cercana, siendo abatido abatida un miembros de la banda.
Este robo recuerda a otros que sí se concretaron en 2017 y 2020 en el aeropuerto de Santiago. En el primero, un grupo armado logró llevarse más de 18 millones de dólares, mientras que en el registrado tres años después, los ladrones sustrajeron 15 millones de un camión blindado.
En 2014 un grupo de ladrones se pudo llevar más de 10 millones de dólares del aeropuerto de la capital chilena, en un hecho denominado entonces como “el robo del siglo”. (Javier Bonilla)