La Armada española quiere recuperar el cazaminas “Turia”, seriamente dañado tras encallar el pasado lunes 27 de agosto frente a la Manga del Mar Menor. Así lo han confirmado fuentes de la Armada a este medio recientemente. El “Turia” encalló cuando participaba en las tareas de recuperación del avión C-101 del Ejército del Aire que cayó al mar, accidente que costó la vida al comandante Francisco Marín.
En estos momentos la Armada y el constructor Navantia están valorando los daños sufridos en el casco de Plástico Reforzado con Fibra de Vidrio (PRFV) y los sistemas del buque. Posteriormente se valorará la recuperación del casco por un lado y por otra la de los equipos. La decisión de la recuperación del buque dependerá del coste final y si este resulta viable, se recuperará el “Turia”.
El “Turia” (M-34) es uno de los seis buques de la clase “Segura” construidos por Navantia (entonces Izar) para la Armada entre finales de los noventa y comienzos de la siguiente década. El “Turia” concretamente entró en servicio en mayo del año 2.000. Basados en el diseño de los “Sandown” británicos, están basados en un casco de Plástico Reforzado con Fibra de Vidrio (PRFV), dada la importancia de reducir las firmas magnéticas en los buques empleados en la lucha contra minas. Para ello Izar desarrolló instalaciones y formó al personal para la construcción de estos buques, con la vista puesta en incrementar el número de buques de la Armada o posteriores exportaciones que no llegaron a producirse.
Este tipo de cascos es empleado en gran número de embarcaciones como patrulleras de alta velocidad, fabricándose con métodos específicos como la infusión, igual que la reparación. A diferencia del acero, el PRFV no puede soldarse sino que requiere técnicas específicas de aplicación de fibras y resinas. (José Mª Navarro García)
Fotografía: El cazaminas Turia en 2012 en Cartagena (Armada)