El viaje de S. M. El Rey a Arabia Saudí, que hubo de ser retrasado dos veces, tenía finalmente lugar el 14 de enero y, aunque los acuerdos comerciales con empresas españolas eran parte importante del programa, no han trascendido datos sobre la firma del esperado contrato con el astillero Navantia relativo a la construcción de cinco corbetas. La ansiada foto oficial de la firma del acuerdo entre las autoridades saudíes y españolas no llegó y solo una frase, el pasado lunes, del presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, en relación al papel del rey Felipe VI en la gestión, hace entrever que la empresa se muestra optimista y daría ya por hecho el contrato. Este estaría ya firmado, pero no ratificado por el Gobierno saudí para hacerse efectivo. En este período de tiempo Navantia ya se ha puesto en marcha con la planificación final del programa.
Es previsible que en las próximas semanas se desvelen las características de dicho acuerdo, que se habría materializado ya, aunque hay que recordar que esta situación se viene demorando, a comienzos del año pasado el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoó hablaba solo de “flecos” pendientes. A finales de noviembre tuvo lugar en Riad una importante reunión entre representantes militares saudíes, directivos de Navantia, personal de la Armada en la DGAM en la que habrían participado también empresas saudíes y españolas candidatas a participar en el programa, como nos hicimos eco en exclusiva en defensa.com
Interés político
En fechas recientes, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha solicitado formalmente al Gobierno los detalles del contrato de construcción de las corbetas. El diputado por Cádiz Salvador de la Encina habría realizado esta petición tras recordar que su partido ha apoyado siempre este contrato, a diferencia de Podemos, que se ha opuesto sistemáticamente (salvo los alcaldes de la formación “morada” de Cádiz, José María González “Kichi”, y de Ferrol, Jorge Suárez, ambas ciudades enclave de los astilleros públicos).
En este sentido hay que recordar que la diputada por Coruña del Grupo Parlamentario Unidos Podemos-en Comú Podem-En Marea, Yolanda Díaz, solicitó en noviembre del año pasado la comparecencia del Ministro de Hacienda ante la Comisión de Hacienda y Administraciones Públicas para explicar si se había formalizado por escrito el compromiso de Arabia Saudí con la empresa pública Navantia. Dicha solicitud fue calificada el 22 de noviembre y está pendiente de contestación, con un plazo que expira el 4 de febrero.
A la espera de noticias, no podemos más que plantear las dudas que quedan por resolver en este programa. Primero si ya se ha firmado, ratificado o no el contrato, a cuanto asciende este, la dotación de sistemas y armas de los buques, la participación de empresas españolas el calendario de construcción y entregas o reparto de carga de trabajo entre las plantas de Puerto Real y Ferrol, el tiempo durante el cual Navantia sostendrá los buques o las características de la base que se construirá en Arabia Saudí y quién lo hará. Hay que recordar que Navantia es un astillero, no una empresa de provisión de servicios, por lo que hay que saber si se trata de una base naval, de un astillero o de ambas cosas.
Hasta ahora sabemos que la propuesta de Navantia contempla la construcción en España de cinco corbetas basadas en el modelo Avante 2200, como las entregadas a Venezuela, además de la formación de sus tripulaciones, el apoyo logístico integrado y la construcción de unas instalaciones en Arabia Saudí. El importe se ha valorado en 2.000 millones de euros, aunque otras cifras lo elevan hasta los 3.000, faltaría saber qué cantidad corresponde a la construcción y cual a la provisión de los servicios. Entre los datos que se han podido conocer, a falta de confirmación oficial, es que la primera de las corbetas sería entregada en el primer semestre de 2019 contemplándose una botadura cada cuatro meses una vez completadas las superestructuras en las gradas.
Los planes saudíes
El programa de modernización de la Marina saudí se denomina SNEP 2 o Saudi Naval Expansion Program 2. Como informamos en octubre del año pasado, está formado por varios tipos de buques e incluso vehículos aéreos no tripulados y tiene una cuantía global que alcanza los 16.000 millones de dólares. Los buques de mayor tamaño en el marco de este programa serían las fragatas MMCS, derivadas del Litoral Combat Ship (LCS) de Lockheed Martin, cuatro unidades de cuyas negociaciones informábamos hace tiempo. Estos buques se enfrentaron en el proceso de selección a las F-100 de Navantia dotadas con Aegis.
El programa saudí incluye, asimismo, la adquisición de corbetas. Primero se hablaba de seis, finalmente parece serán cinco y construidas por Navantia en España, se derivarían de la clase Avante 2200, en la que recordemos están basados los cuatro buques de la clase Guaiquerí venezolanos, cuyo desplazamiento supera ligeramente las 2.400 toneladas.
Arabia Saudí tiene prisas por incorporar los buques que está contratando, de hecho parte de las negociaciones con el gobierno estadounidense y con Lockheed Martin se refieren a las fechas de entrega. Las corbetas de Navantia parece que tendrán también que ser construidas con relativa rapidez, de hecho se ha anunciado que su construcción se superpondrá, cambiando la costumbre de Navantia de hacer coincidir el acto de puesta de quilla y de la botadura del barco anterior. El encargo generaría carga de trabajo para 2.000 personas durante la fase de construcción y los astilleros de Navantia en que se acometerían los trabajos es cuestión a determinar, en función, entre otras cuestiones, de si la empresa suscribe el contrato AOR de Australia. (José Mª Navarro García)
Fotografías: Las corbetas saudíes estarán basados en el diseño Avante 2200 (Navantia)