El Consejo de Ministros ha autorizado la celebración del Acuerdo Marco para la adquisición de chalecos de protección balística para el personal del Ejército de Tierra, por un valor estimado de 30.915.000,00 euros. Estos chalecos y placas sustituirán a los que vayan dándose de baja por cumplir su tiempo de vida útil, indica el Gobierno
En marzo del pasado año informábamos de la intención del Ejército de Tierra de adquirir dos nuevos tipos de chaleco, uno antifragmentos y otro de tipo “policial”, especialmente diseñados para el personal femenino. En la actualidad, existe en dotación un único modelo de chaleco antifragmentos, que es el que usan tanto hombres como mujeres y no existe un chaleco específico para militares que desarrollen funciones policiales.
Fue en agosto de 2017 cuando la Plataforma de Contratación del Estado hacía pública la licitación de la Jefatura de Asuntos Económicos del Mando de Apoyo Logístico según la cual se adquirirían hasta 36.000 chalecos blindados por un importe que alcanzaría los 20.160.000 euros. Las entregas comenzarían este mismo año 2017 y se extenderían hasta 2020.
En Consejo de Ministros de junio de aquel año se autorizó la celebración de un Acuerdo Marco destinado a la adquisición de chalecos de protección balística para el Ejército de Tierra. Analizando los Pliegos de Prescripciones Técnicas (PPT) y de Cláusulas Administrativas Particulares (PCAP) conocíamos más detalles de este equipamiento: chalecos antifragmentos con capacidad para proteger al soldado de fragmentos y proyectiles de armas ligeras del calibre 9 mm. o 357 mientras que con la adopción de las placas protectoras, la protección se amplía hasta el 7,62x51 mm.
El expediente se negoció mediante un procedimiento abierto con un plazo de ejecución de cuatro años más una prórroga prevista de otros dos. Se establecieron cuatro anualidades desde 2017 a 2020 con entregas de 6.000 unidades cada año y las dos prórrogas previstas de 2021 y 2022 con entregas de otros 6.000 chalecos que tienen un precio unitario de 677,60 euros IVA incluido. Los cuatro años previstos inicialmente suponían por tanto la entrega de 24.000 chalecos por un importe de 16.262.400 euros incluyendo impuestos. De llevarse a cabo las dos prórrogas previstas, se entregarán finalmente 36.000.
Su diseño y características cumplen los requisitos de la normativa STANAG 2911 (Ed.2) y deben permitirá al combatiente transportar su equipo, sentarse con comodidad y conducir un vehículo, portar armas reglamentarias, encararlas y disparar en cualquier posición. Dispondrá de un sistema de suelta rápida de accionamiento delantero, que permitirá el desprendimiento y posterior montaje del chaleco, tanto en conjunto con las placas balísticas, cómo sin ellas.
Este sistema debe ser operado haciendo uso de una sola mano, debe poder soltarse en seis segundos y el montaje tras la suelta rápida tardar como máximo tres minutos. El material textil empleado ha de tener propiedades retardantes a la llama y estar compuesto por varios elementos: funda exterior, delantero, espalda, gorguera, mangas desmontables, cubre pelvis, paneles flexibles balísticos y bolsa de transporte. Las partes destinadas a pecho y espalda disponen de bolsillos interiores que se cierran con velcros para alojar sendos paneles balísticos de 310 mm. de alto por 260 de ancho y 35 de grosor. La parte de la espalda se prolonga por los costados inferiores sobre la cintura donde como novedad también se podrán insertar placas balísticas de 160 x 160 mm. y 28 mm. de grosor. También cuentan con asas reforzadas para la extracción del soldado en caso necesario y la parte delantera permite ocultar el cubre pelvis cuando no sea necesario. Protegen de fragmentos de 1,102 gramos con velocidad de 600 m/s según normativa internacional, sí como munición de 9x19 mm. FMJ blindada y 0,357 JSP de punta blanda. Montándole las placas rígidas de empleo en el Ejército de Tierra deben resistir impactos de munición de 7,62x51 mm. NATO a 800 m/s provocando trauma inferior de nuevo a 30 mm.