(defensa.com) De acuerdo a los requisitos de la licitación, un nuevo Air Force One debe ser un avión grande y de cuatro motores, lo que dejaba en carrera solo al Boeing 747-8 y al Airbus A380. La secretaria para la Fuerza Aérea de Estados Unidos, Deborah Lee James, en coordinación con el subsecretario de Defensa para adquisiciones, logística y tecnología, Frank Kendall, ha determinado que el 747-8 será el próximo avión presidencial de la nación. La opción del Pentágono por el competidor estadounidense difícilmente podría considerarse sorpresiva: por el bien de los intereses y la seguridad nacional, la elección, obviamente, no podía ser otra que el Boeing. Anunciado oficialmente en 2005, el 747-8 es la cuarta generación de ese modelo, desarrollado a partir del 747-400, con un fuselaje alargado en 5,65 m. y alas innovadoras y de eficiencia mejorada. De hecho, el 747-8 es el avión de pasajeros más largo del mundo, superando al Airbus A340-600 por 90 cm. aproximadamente.
En su versión de carga realizó el primer vuelo el 8 de febrero de 2010 y en la de pasajeros el 20 de marzo de 2011. El primer ejemplar de mercancías fue entregado en octubre de 2011 a la luxemburguesa Cargolux y de viajeros se produjo en mayo del 2012 a la alemana Lufthansa. Con 447 ton. máximas al despegue, el 747-8 es el avión más pesado que se haya fabricado en Estados Unidos. Tradicionalmente Air Force One es el indicativo que da el control de tráfico aéreo a cualquier avión de la USAF que transporte al presidente, aunque solo cuando él está a bordo, pues de otra manera se considera una aeronave civil. Es un error común pensar que el nombre Air Force One se refiere a un avión en particular y después del 11 de septiembre del 2001 es el centro de Gobierno de Estados Unidos mientras el presidente esté a bordo en cualquier parte del mundo.
Desde 1990, la flota presidencial consta de 2 aviones específicamente configurados de la serie Boeing 747-200B, numerados en la cola como 28000 y 29000 y renombrados VC-25A, capaces de volar 12.600 kilómetros (aproximadamente un tercio de la distancia alrededor del mundo sin reabastecerse y pueden acomodar a un máximo de 70 pasajeros. El VC-25A es la única variante del 747 que lleva cuatro tripulantes: piloto, copiloto, jefe de mando y jefe de radares. Antes de que estos entraran en servicio en 1990, 2 Boeing 707-320B, numerados 26000 y 27000, operaban como Air Force One desde 1962. La variante de la USAF para estos 707 era la VC-137. Desde sus inicios, el Air Force One se ha convertido en un símbolo del poder y prestigio presidencial de Estados Unidos. Los 2 VC-25A llegarán al final de su vida útil de 30 años en 2017. La USAF asignó 1.650 millones de dólares para la adquisición y modificación de las nuevas aeronaves, la primera de las cuales se entregará en 2018.