Navantia, a través de su filial australiana Navantia Australia Pty Ltd., ha organizado varias reuniones empresariales en busca de socios industriales con los que concurrir al programa de fragatas SEA 5000 de la Royal Australian Navy (RAN). Para ello se reunirá con empresas interesadas en alcanzar acuerdos comerciales en ciudades como Sidney, Camberra o Adelaida entre febrero y abril. Navantia busca maximizar la participación de la industria local y mejorar así su posición en el proceso de selección participando como hasta ahora en la construcción local y facilitando el acceso a tecnología de vanguardia.
Este programa contempla la construcción de nueve fragatas antisubmarinas con las que sustituir a las ocho ANZAC operadas actualmente, para lo cual Navantia ha ofrecido un diseño basado en los destructores AWD de la RAN, basados a su vez en la fragata F-100. El valor del programa alcanza los 35.000 millones de dólares. La propuesta de Navantia ha sido incluida en la lista corta de finalistas, en la que competirá con BAE Systems y Fincatieri, estando previsto que se anuncie el elegido a comienzos de 2018. Como los últimos programas navales, las fragatas serán construidas localmente, en concreto en los astilleros ASC de Adelaida, con participación del tecnólogo elegido.
Creada en 2006, Navantia Australia Pty. Ltd emplea ya a cien personas y ha participado en los más importantes programas navales de la RAN como los buques multipropósito LHD, los destructores AWD, las lanchas de desembarco LCM o los buques logísticos AOR. Tiene cuatro oficinas en Australia, concretamente la sede en Canberra, una oficina de gestión de servicios en Osborne, un centro de operaciones y diseño en Mawson Lakes y una oficina de apoyo al ciclo de vida en Sydney. Además está previsto abrir otra oficina en Australia Occidental en 2018.
La propuesta de Navantia
Para la propuesta técnica del SEA 5000 Navantia ha realizado durante diez meses diferente estudios de reducción de riesgos y de diseño tras los que ha aliado con CEA Technologies y Saab Australia.
El punto de partida es el Air Warfare Destroyer de la clase Hobart que se construye para la Royal Australian Navy (RAN) y que está basado a su vez en las fragatas F-100 de la Armada española. A partir de este punto de partida se han establecido 118 áreas de cambio potencial y 117 opciones a raíz de análisis de impacto con las que se han diseñado cuatro configuraciones de diseño conceptual.
Clave para el éxito de la propuesta es la participación de la industria australiana para establecer un programa de apoyo durante el ciclo de vida de los buques. Esta se estructura a partir de la filial australiana Navantia Australia Pty, Saab Australia y CEA Technologies, NSAG, la joint venture formada por Navantia y SAGE Automation (presentada públicamente durante el evento Pacific 2015 de octubre del año pasado) y el grupo de proveedores que han participado ya en el programa AWD.
El diseño de las fragatas SEA 5000 parte de incorporar una serie de mejoras al concepto de los AWD con las que proporcionar nuevas capacidades y sobre todo un potencial de crecimiento futuro el ciclo de vida de las fragatas. Entre estas mejoras están una mayor capacidad para operar aeronaves o la integración de un módulo de misión a popa además de la adopción de un sistema de radar basado en la tecnología de CEA.
El concepto resultante tiene una eslora de 147,2 metros, una manga de 18,6 metros, un calado de 9,8 metros, dos hangares para aeronaves, una cubierta de vuelo de 25,3 metros cuadrados y capacidad para alojar a 237 personas entre tripulación y la unidad aérea. El sistema de control de plataforma es común al instalado en los destructores AWD y en los buques anfibios LHD que otorga un elevado nivel de automatización y una carga de trabajo reducida.
Una gran ventaja de la propuesta de Navantia es el elevado grado de comunalidad con los otros nuevos programas en curso en la Royal Australian Navy en los que ha participado Navantia. Por ejemplo, la nueva fragata tiene un 75 % en común con los destructores de la clase Hobart, un 46 % con las fragatas de la clase ANZAC modernizadas y un 30 % con los nuevos buques LHD.
Esto se traduce en un reducido riesgo técnico, un menor coste de diseño y construcción, una cadena de suministro común en gran medida o una reducción en el número de procesos constructivos o herramientas específicas. Estas características permiten reducir el plazo de construcción, entrega y entrada en servicio sobre todo por la madurez del diseño, la estrategia constructiva eficiente, el aprovechamiento de los protocolos de gestión, la experiencia en el programa AWD, la madurez de la cadena de suministro, la disponibilidad de astilleros experimentados para acometer las obras, donde hay una fuerza laboral cualificada y experimentada. (José Mª Navarro García)
Fotografía: La propuesta de Navantia para las fragatas SEA 5000 comparte diseño con los destructores Hobart (Navantia)