Prevista para noviembre de este año, la Operación Río Verde pondrá a prueba ocho experimentos científicos y tecnológicos en condiciones de microgravedad. El vehículo VSB-30, que será lanzado desde el Centro de Lanzamiento de Alcántara (CLA), en Maranhão, dará lugar a investigaciones espaciales financiadas por el Programa de Microgravedad de la Agencia Espacial Brasileña (AEB). Habrá cinco experimentos científicos desarrollados por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), Universidad Federal de Rio Grande do Norte (UFRN), Universidad Estatal de Londrina (UEL) y la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC); y tres tecnologías desarrolladas por el Instituto de Aeronáutica y del Espacio (IAE) de la FAB, uno de los cuales, en colaboración con la Universidad Federal de Rio Grande do Norte (UFRN).
Hace dos semanas, fueron realizadas con éxito las pruebas de cableado de vuelo y la primera prueba del sistema integrado, en la que fueron conectados simultáneamente los ocho experimentos que irán a bordo del cohete espacial brasileño VSB-30. Las pruebas se realizaron en el IAE en Sao José dos Campos. Este instituto es la organización responsable del desarrollo de la nave espacial VSB-30, y es también el personal técnico del IAE el que colabora en el desarrollo técnico de los experimentos.
Entre los ocho experimentos que serán alojados en la Microg 2,nombre de la carga útil de la operación, hay tres tecnologías desarrolladas por el IAE para ser calificadas en vuelo. El Circuito de Conmutación y Accionamiento, que puede ser entendido como un sistema de inteligencia integrada en el vehículo, llevará a cabo su primer vuelo de prueba. Del mismo parten órdenes pre-programadas para el encendido de la segunda etapa del cohete y la separación de la carga útil, por ejemplo.
El Sistema de Posicionamiento Global (GPS) para su uso en vehículos espaciales realizará su séptimo vuelo al espacio. El proyecto es el resultado de una asociación entre el IAE y la Universidad de Río grande del Norte, para el desarrollo de equipos para vuelos a gran velocidad debido a que el GPS no funciona a altas velocidades. La información es esencial para la seguridad del vuelo del equipo del centro de lanzamiento y el equipo que va a rescatar la carga útil en el mar, a 175 km del lugar de lanzamiento.
El cohete GPS ya tiene el octavo vuelo regular agendado. Será a bordo del ITASAT, pequeño satélite desarrollado por el ITA y previsto para el lanzamiento este año. El tercer proyecto de tecnología que estará a bordo de la carga útil, será el Sensor Mecánico Acelerométrico.
Será el tercer vuelo de calificación de este dispositivo de seguridad mecánico que se utiliza para evitar la activación accidental de los sistemas pirotécnicos, que utilizan pequeñas cargas explosivas. Cuando se somete a la aceleración resultante del motor de la primera etapa, el sensor activa el encendido del motor. El sensor no da lugar a la ignición del motor, sino que permite que, una vez dada la orden, el motor sea accionado.
Cuando se somete a la aceleración resultante de la primera etapa de los activa el sensor de encendido del motor, por ejemplo, la línea de encendido de la segunda etapa del motor. El sensor no da lugar a la ignición accidental del motor, sino que permite que, una vez dada la orden, el motor sea accionado. (Javier Bonilla)