(defensa.com) En el transcurso del evento SOFINS, encuentro celebrado en Francia en torno a las capacidades para operaciones especiales en el que se han estudiado propuestas innovadoras, se planteó el ofrecimiento de la empresa francesa Sagem a la Fuerza Aérea gala para dotar a sus aviones de transporte C-130 Hércules de capacidad de lanzamiento de armamento de precisión. Esta capacidad se basa en la instalación de un rack de fijación de armas denominado SSA-110 Gerfaut, desarrollado por la empresa AA/ROK que ocupa el lugar de uno de los depósitos de combustible externos.
Con esta configuración, un Hércules podría portar en cada ala cuatro bombas de precisión AASM (Armement Air-Sol Modulaire) también conocida como Hammer que pueden incorporar diferentes sistemas de guiado al haber sido concebida como un sistema modular. En esta configuración, la munición AASM tendría un alcance de 30 kilómetros lanzada desde 25.000 pies. La conversión no afecta a la estructura del avión ni reduce la capacidad de carga de este, puede ser realizada en pocas horas y convierte al Hércules en una suerte de bombardero que puede permanecer durante un elevado período de tiempo sobre una zona de operaciones. Esta sería una solución de emergencia para gestión rápida de crisis u operaciones de estabilización lo que haría innecesario el uso de aviones de combate. Sagem habría ofrecido esta propuesta a la DGA (Direction Générale de l'Armement), si bien no hay ningún requerimiento en marcha para realizar esta conversión.
La solución recuerda a una ya en servicio adoptada por los marines estadounidenses para sus Hércules de reabastecimiento KC-130J denominada “Harvest Hawk” que se basa igualmente en la instalación de armamento de precisión en uno de los soportes destinados inicialmente para depósitos de combustible. Los marines optan por instalar misiles Hellfire y bombas de precisión con guiado GPS Griffin, además de un sistema electroóptico para vigilancia y adquisición de datos instalado bajo uno de los depósitos de combustible. (J.N.G.)