¿Desea recibir notificaciones de www.defensa.com?
X
Miércoles, 2 de abril de 2025 Iniciar Sesión Suscríbase
MENU

Incertidumbre y riesgos tecnológicos en el sector de la defensa en España

Carros de combate Leopard.
Carros de combate Leopard.

Europa vive un momento clave en lo que respecta a defensa y a la industria del sector. El compromiso europeo y de la OTAN de incrementar los presupuestos va parejo al de racionalizar y homogeneizar los procesos de compra de sistemas de armas, buscando la compatibilidad entre socios de los diferentes sistemas de armas, una vez que estos tres últimos años hemos visto la necesidad de que estos puedan ser enviados a nuestros aliados.

La publicación reciente del Libro Blanco sobre el Futuro de la Defensa Europea destaca el papel de la industria europea como base tecnológica e industrial pero también la importancia de estos factores de racionalización de procesos de adquisición y comunalidad. En este proceso cobra protagonismo obvio el apoyo a la industria europea como fuente principal de tecnología y capacidades frente a otras fuentes, principalmente estadounidenses.

Ante esa situación, los países europeos parecen verse abocados a apoyar la consolidación o creación de gigantes nacionales del sector, algo que se explica sobre todo por la capacidad de liderar o participar en grandes programas internacionales como los que se espera vertebren las compras europeas futuras.

El tejido industrial español sin embargo está mayoritariamente formado por PYMEs y la defensa no es una excepción. El grueso de las empresas españolas del sector aeroespacial y de defensa está formado por pequeñas y medianas empresas que sin embargo presentan un gran dinamismo, capacidad de innovación y de internacionalización. La mayoría se vieron obligadas a “tirarse al monte” ante la crisis económica del 2008 cuando los presupuestos de defensa cayeron en picado, sin recuperación hasta fechas recientes. Este tejido empresarial ha demostrado una capacidad de innovación mayor que las primes y mayor facilidad de adaptación a los cambios en las necesidades de los clientes fruto de un campo de batalla que evoluciona más rápido que nunca.

Particularidades del tejido empresarial español

Es por ello que, ante la velocidad a la que parecen desencadenarse los acontecimientos, merece la pena pararse por un momento a pensar qué somos y qué queremos y podemos hacer. Es decir, establecer un punto de partida que refleje dónde están nuestras capacidades, para no partir de cero, y cómo podemos ayudar a desarrollarlas. En gran medida, las empresas garantizan su éxito con productos y tecnologías propias, que han evolucionado en muchos casos gracias a su relación directa con las Fuerzas Armadas que las operan. En ciertas áreas, muchas empresas de nuestro tejido empresarial han alcanzado capacidades notables y productos consolidados fuera de nuestras fronteras. Su propiedad intelectual recae en autoridades de diseño nacionales, empresas privadas españolas o integradas en grupos europeos.

Por ello cabría pensarse muy mucho si la introducción de nuevas líneas de productos, procedentes de fabricantes internacionales fuera de la Unión Europea, supone una ventaja para las Fuerzas Armadas españolas y especialmente si estas tecnologías importadas pueden llegar a competir con otras empresas nacionales con capacidades ya existentes en nuestro país.

Se trata de riesgos tecnológicos e industriales cuya introducción habría que considerar seriamente, más aún si se trata de productos que aún no tienen cliente lanzador o si se requiere la puesta en marcha de una nueva capacidad industrial para materializarlos, algo que puede tomar muchos años y puede suponer un coste desorbitado para nuestras Fuerzas Armadas y, por ello, para los contribuyentes.

En el caso de que las Fuerzas Armadas españolas requieran de nuevas capacidades y soluciones tecnológicas que la industria nacional no esté en condiciones de ofrecer, lo ideal sería encontrar, como se ha hecho siempre, un programa internacional al que sumarse en las mejores condiciones posibles, para luego materializar una contrapartida industrial adecuada. Otra cosa es la búsqueda de contratos internacionales que requieran de capacidad industrial adicional no existente en España en la actualidad, que siempre será positiva en términos de creación de empleo cualificado, impuestos y cotizaciones.  (José Mª Navarro García)

 


Copyright © Grupo Edefa S.A. defensa.com ISSN: 3045-5170. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin permiso y autorización previa por parte de la empresa editora.

1 comentarios

  1. Julian | 29/03/2025 15:46h. Avisar al moderador
    La industria de defensa es España es una verdadera estafa, una entelequia con una gran cantidad de empresas en manos de multinacionales donde ellas toman decisiones solo en función de sus cuentas. Por otro lado es vergonzoso que no haya una sola empresa española wue sea capaz de idear, diseñar y fabricar misiles o aviones completos. Hablar por tanto de esa industria es hablar de un engaño.   

Deje un comentario

*

*

*



Su e-mail no será publicado.

Los comentarios que no se atengan a las normas de participación podrán ser motivo de expulsión.