La partida correspondiente a Defensa aplicada en este momento es de 1,8 billones de pesos, lo que equivale a poco menos de 2.000 millones de dólares. El Estado Mayor General del Ejército recibirá un incremento de 601.683 millones de pesos(107% más), el Estado Mayor General de la Armada, recibirá de 339.441 millones (139% más), el Estado Mayor General de la Fuerza Aérea dispondrá de 264.151 millones (120% más) y finalmente, el Estado Mayor Conjunto un incremento de 26.611 millones de pesos, lo que equivale a una suba de 159%.
El Instituto de Ayuda Financiera para Pago de Retirados y Pensiones castrenses recibirá también un fuerte incremento, que va a los 610.683 millones. El importantísimo aumento de las partidas de Defensa en Argentina debe tomarse como un reacomodamiento presupuestario.
Tengamos en cuenta que el Estado Nacional carece de un presupuesto aprobado por el Congreso, que se está operando con una continuación del presupuesto del año 2023, completamente desfasado ante el feroz proceso inflacionario que vive el país y que provoco una pérdida del poder real de los recursos provistos a las instituciones castrenses.
Este incremento de los recursos solo nivela la situación y será utilizado para solventar las operaciones diarias de las Fuerzas Armadas argentinas, que han venido sufriendo una pérdida significativa de sus capacidades operacionales, que se vio reflejado en menor cantidad de días de navegación de la Flota de Mar, menos horas de vuelo para el componente aeronáutico y escasas ejercitaciones en el terreno.
Pero esta importante readecuación de los fondos, no saca a la Argentina de un triste sitial como uno de los países con menos presupuesto militar del continente. El titular de la cartera de Defensa, Luis Petri, ha informado públicamente que espera disponer de un presupuesto adecuado para la Defensa Nacional y en vista de los planes y programas de reequipamiento que tiene previsto la administración actual.
La necesaria organización de un plan de infraestructura para mejorar las condiciones de las instalaciones castrenses, muchas en ruinosa situación, la preparación de bases y cuarteles ante la llegada de nuevos materiales en los próximos años, la decisión declarada por las nuevas autoridades políticas de emprender un programa de adquisiciones de equipo claramente crítico y costoso, implican que deberá tomarse una decisión de aumentar sensiblemente las partidas presupuestarias reales y concretas.
Está claro que esto se encuentra atado indefectiblemente a un mejoramiento de la economía y a una baja sustancial de la inflación. El gobierno argentino ha informado con claridad que Defensa y Seguridad forman parte inevitable de sus planes estratégicos y recibirán toda la atención posible. (Luis Piñeiro)
