El Ejército de Brasil, a través del Departamento de Ciencia y Tecnología (DCT), realizó recientemente una serie de pruebas con vehículos y sistemas de última generación en el Centro de Evaluación del Ejército (CAEx), ubicado en Guaratiba, Río de Janeiro.
El evento también estuvo marcado por la ceremonia de nombramiento del nuevo misil antitanque como “Max”, un homenaje al héroe brasileño de la Segunda Guerra Mundial, el sargento Max Wolf, muerto en combate en Montese,en 1945.
Durante las pruebas se evaluaron dos vehículos blindados sobre ruedas: el nuevo Centauro II, diseñado para operar en terrenos hostiles con tecnología de punta, y el Cascavel NG, la última actualización de este clásico, fabricado originalmente por la empresa brasileña Engesa.
Se sometieron los vehículos a rigurosas pruebas, como terrenos accidentados y simulaciones de condiciones de combate, para verificar su desempeño y adaptabilidad en situaciones adversas.
El lanzador del misil MSS 1.2 AC MAX,desarrollado en alianza con la empresa brasileña SIATT( parte integrante del grupo Edge) fue incorporado inicialmente a los Cascavel NG.
El MAX 1.2 AC es un armamento orgánico del pelotón antitanque de Infantería y Caballería, siendo su principal misión la destrucción de los vehículos blindados enemigos, pudiendo ser utilizado también contra otros objetivos, como concentraciones de vehículos, edificios fortificados, depósitos de combustible y municiones, buques blindados y helicópteros que vuelen a baja altura. Está equipado con un sistema de visión nocturna por infrarrojos que permite su uso en condiciones de baja visibilidad.
Su peso también favorece su uso por tropas aerotransportadas y aeromóviles. Estas características confieren versatilidad al arma, que puede ser utilizada en operaciones militares contra diferentes tipos de objetivos. El MAX 1.2 AC tiene un alcance de hasta 2.000 m contra vehículos blindados. (Javier Bonilla)