El que ha sido el último portaaviones brasileño se ha subastado por poco menos de 2 millones. El Sao Paulo, que está fuera de servicio (como gran parte de su barrera activa local) se ha convertido en uno de los mayores problemas técnicos de la Armada de Brasil, que ha gastado recursos considerables solo para mantener el buque en condiciones mínimas de seguridad.
El proceso de venta del portaaviones São Paulo (A12) comenzó en septiembre de 2019, pero en 2020 no hubo interesados en la subasta. El navío, gemelo del Clemenceau, fue adquirido a la Marina francesa en 2000, cuando llevaba el nombre de Mariscal Foch (R-99), a la que fue entregado en 1960. Fue adquirido en el año 2000 por su par brasileña, cotizado en 12 millones de dólares.
Contaba con 265 metros de eslora, 51,2 de manga y 8,9 de calado. Subutilizado durante su carrera en Brasil, y tras sufrir diversos accidentes e incidentes (dos de ellos en 2004 y 2012) en febrero de 2017 el navío fue dado de baja por su enorme costo operativo. Tuvo así una muy corta vida en Brasil. Su muy probable destino es hoy el desguace. (Javier Bonilla)
