El Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua denunció lo que llamó una violación de su espacio marítimo por parte de la fuerza naval de El Salvador el 4 de febrero, dos incursiones a diferentes horas en aguas que El Salvador asegura son espacios marítimos que se encuentran y han estado bajo su soberanía y jurisdicción.
Con ello se hunden las buenas relaciones que habían existido entre El Salvador y Nicaragua en el Golfo de Fonseca por muchos años. En octubre de 2021 los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega, y el de Honduras, en ese entonces Juan Orlando Hernández, suscribieran lo que llamaron un Tratado Integracionista Bicentenario, donde se pretende reconciliar las disputas sobre las delimitaciones en el golfo de Fonseca.
El Gobierno de Nicaragua asegura en su denuncia que el patrullero PM-15 de la Fuerza Naval de El Salvador (FNES) se localizó el viernes 4 de febrero a las 04.45 horas (10.45 GMT), a 50 millas náuticas al suroeste de Punta Cosigüina, en el extremo noroeste del Pacífico de Nicaragua. Posteriormente, el patrullero marítimo PM-10 habría sido localizado a las 13.01 horas (19.01 GMT) del mismo día, a 26,1 millas náuticas al suroeste de Punta Cosigüina, el sábado 5 de febrero, a las 07.20 horas (13.20 GMT) el PC-01 se detectó a 28,93 millas náuticas al suroeste de Punta Cosigüina y ese mismo día una lancha rápida Boston Whaler fue detectada a 31,17 millas náuticas al suroeste del mismo lugar.
De acuerdo con el canciller nicaragüense, Denis Moncada, cuando unidades de la Fuerza Naval del Ejército de Nicaragua cuestionaron al PM-10 se les respondió que la unidad se encontraba en aguas de El Salvador y que eran las unidades de superficie de Nicaragua las que se encontraban en aguas territoriales salvadoreñas.
Hasta octubre de 2021, Nicaragua reconocía frontera común con El Salvador, especificando que reconocía tratados históricos y que no había sido participe de la disputa fronteriza y disposiciones del 11 de noviembre de 1992 de la Corte Internacional de Justicia entre Honduras y El Salvador. Precisamente, las quejas anteriores a la firma del acuerdo de 2021 habían sido entre las navales de Honduras y Nicaragua, con numerosas capturas de los pesqueros hondureños en aguas nicaragüenses. En marzo del 2013, el entonces presidente de Honduras, Porfirio Lobo, advertía que estaba dispuesto a usar sus F5 para abrirse paso al Pacífico, reclamando que su salida era impedida por El Salvador y Nicaragua.
En esos días se reclamaba que había un patrullero guardacostas nicaragüense (descrito por algunos en la prensa como un acorazado) que impedía la navegación en el Pacífico. Incluso, en julio del 2014, los medios hondureños alegaban que se había dado un enfrentamiento entre unidades nicaragüenses y sus patrulleros en junio, cuando uno de sus patrulleros guardacostas, junto con cinco unidades Boston Whaler (Pirañas) se dirigían a la salida del Golfo a mar abierto, momento en que fueron interceptadas por seis lanchas rápidas nicaragüenses. La patrullera hondureña habría ignorado los llamados de los patrulleros nicaragüenses, siguiendo su trayectoria y cuando una de las lanchas rápidas nicaragüenses trató de interceptar el guardacostas, este simplemente lo envistió, hundiéndola. (Julio Montes)
Fotografías:
·Boston Whaler y Rodman 101 de Nicaragua (FNEN).
·Patrullera Lempira de Honduras basada en Amapala Golfo de Fonseca (FNH)