Seleccionados para cumplir una importante labor en el terremoto de Valdivia de 1960, el 10 de agosto se ha cumplido el 63º aniversario del nacimiento del “Batallón de Hierro”, unidad simbólica reconocida por el Ejército de Chile formada por jóvenes soldados alumnos del Batallón Escuela de Suboficiales, Escuela de Infantería de San Bernardo.
Participaron en una de las más significativas tareas que el Ejército haya cumplido en tiempos de paz. Para cumplir esta misión, encomendada por Alto Mando del Ejército de Chile, la Escuela organizó la “Agrupación Escuela de Infantería” compuesta por 304 soldados en su totalidad, dentro de ella el Batallón Escuela de Suboficiales.
Entre lágrimas, sudor y barro, estos soldados cumplieron la labor de rescate de los heridos, trasladando familias damnificadas a los alberges, recolectando los alimentos y ropas que llegaban a Valdivia, rescatando con el agua hasta el pecho a personas desde sus casas anegadas, trasladando, en muchas ocasiones, en botes a personas debido al desborde del lago Riñihue, además de otras importantes tareas.
De igual forma, ayudamos en la construcción de pequeñas viviendas, que denominaron “Rucos”, los cuales se habilitaron y se albergaron a muchos damnificados que había perdidos sus casas y enseres, ya sea por el terremoto, el tsunami o el desborde del Riñihue. Estos rucos se convirtieron en verdaderos campamentos, en los cuales se desarrolló una vida un poco más familiar. Los soldados alumnos todos los días saludaban a sus residentes, los ayudaban en cualquier problema que tuvieran.
También, se les repartía las ropas y alimentos que llegaban a los campamentos. Se organizaban juegos con los jóvenes y niños, ayudamos a solucionar el problema de agua, baños, leñas para sus cocinas y estufas. En el Campamento Huacho Copihue 1, había un pequeño bosque y corría un riachuelo, el cual fue acondicionado para el baño y lavado de ropas. Finalmente, los fines de semana se organizaban especies de teatros, en los cuales los soldados eran los actores. Algunos de ellos recitaban poemas, otros cantaban o contaban chistes. Además no faltaban los bailarines y los payasos.
Eran unas veladas muy entretenidas para las familias albergadas en los campamentos. A pesar de ser soldados formados para la guerra, también desarrollamos una sensibilidad humana de ayuda a las personas damnificadas por el terremoto. Este sentimiento solidario que se plasmó en nuestros corazones, nos permitió ayudar en todo lo que fue posible a estas familias, entregando palabras de aliento para recuperar la fe, que la vida era linda y que vendría un futuro mejor. Nuestro mayor deseo eran que pudieran levantar su ánimo caído y que miraran al futuro con optimismo.
En estos campamentos se desarrolló una linda amistad entre soldados alumnos y las familias damnificadas. Todo ello, se vio reflejado en la despedida de Valdivia. Esto ocurrió a las 14.00 horas del día 08 de agosto de 1960, después de más de 2 meses de trabajos, en forma intensa a tempranas horas; bajo la lluvia, el frio, el barro y condiciones adversas. Pero, orgullosos marchábamos cantando bajo la lluvia nuestros himnos militares para cumplir nuestras tareas. Por todo el trabajo realizado, la población valdiviana nos bautizó como el “Batallón de Hierro”, formado por soldados alumnos que después fueron reconocidos como héroes de Valdivia.
Conocido el regreso a la Escuela de Infantería, las despedidas se vieron colmadas de muchas demostraciones de afecto; compartiendo desayunos, almuerzos y onces organizadas por las familias damnificadas. En las cuales se nos cantaba el “Adiós” y a pesar de ser soldados altamente aguerridos y fuertes, algunas lágrimas rodaron por nuestras mejillas, al ver el cariño con que nos despedían estas personas.
Por nuestra labor en esta ciudad, hemos sido reconocidos por el Ejército de Chile, “como una Unidad simbólica que junto con prestigiar al Ejército en su apoyo frecuente a la comunidad se ha preocupado de conservar en el tiempo, el respeto y adhesión a los deberes y obligaciones militares que inspiran a los hombres de armas.” Por su parte, el diario El Mercurio de Santiago y dos grandes organizaciones de San Bernardo, la “Unión de Profesores” y el “Consejo Obrero Ferroviario”, los reconocieron como Veteranos y Héroes de Valdivia 1960, respectivamente.
Este grupo de soldados alumnos se ha seguido reuniendo todos los años, donde, en estas tertulias, vuelven los recuerdos de la hermosa tarea que cumplimos en Valdivia.
La mayor parte de estos soldados siguieron en el Ejército, alcanzando diversos grados de suboficiales y de oficiales. Otros, seguimos diferentes rumbos en la vida civil, pero siempre impregnados del recuerdo de haber participado en esa linda tarea de Valdivia 1960, que ha marcado nuestras vidas y nos ha ayudado a alcanzar un gran desarrollo profesional, en distintas áreas. (Juan Guillermo Silva Avalos, Soldado Alumno “Héroe y Veterano de Valdivia”)