En una entrevista otorgada a El Mercurio, el Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, General Arturo Merino, se refirió la tragedia del avión institucional Hércules C-130 siniestrado en el Mar Drake con 38 personas a bordo. Consultado sobre las posibles razones de este accidente, el General Merino dijo que todas las hipótesis posibles van a ser estudiadas.
“Como pilotos, queremos saber qué le pasó a la aeronave para tomar medidas correctivas, si es que hubiese que tomarlas. Y eso es lo que también nos tiene muy acongojados, porque hay que seguir operando el avión, las campañas antárticas tienen que seguir; por lo tanto, para nosotros es una urgencia saber qué pasó. El problema es que hemos encontrado muy pocos restos de la aeronave”, reveló, añadiendo que según los antecedentes que manejan y lo que se ha encontrado, “la verdad es que el avión sufrió un colapso completo que lo hizo desintegrarse, sea en el mar o en el aire”.
Con todo, indicó que es necesario encontrar “estructuras más grandes, motores por ejemplo, la cabina, porque ahí están todas las indicaciones del vuelo” para establecer la real causa del accidente”, aclarando además que los aviones militares no tienen caja negra.
Además, Merino fue enfático en añadir que, de no encontrarse nada más en la superficie y desde el fondo del Mar Drake, es posible que nunca se sepan las razones del accidente.
“Es una de las probabilidades, por supuesto. Esperemos que eso no suceda. Esta semana partimos una segunda fase, la búsqueda submarina. Se buscó en una zona de 60 por 70 kilómetros, donde sucedió el accidente. Se rastreó todo el fondo marino con el buque ‘Cabo de Hornos’, de la Armada, especializado en esto. Esa información, por el peso que tiene (440 gigabytes), no se puede transmitir directamente al continente. En estos momentos el buque va rumbo a Puerto Williams, donde la vamos a poder transmitir y comenzar el proceso de análisis del SHOA”.
Por último, el general Merino enfatizó que los pilotos del Hércules 990 -los comandantes de escuadrilla Ítalo Medina y Héctor Castro- tenían vasta experiencia, pues eran instructores en esa aeronave. Y que no habrían despegado si el avión (que tuvo un mantenimiento a fondo en EE.UU. en 2015) estuviera fuera de regla. “Si hubiese tenido algún problema de mantenimiento, habrían cancelado (el vuelo)”, aseguró. (Pamela Squella, Santiago de Chile)
