Hace 66 años la Fuerza Aérea de Chile (FACh) incorporaba por primera vez los aviones a reacción a su material de vuelo. Un hito importante en la historia de la aeronáutica nacional que dio inicio a la era "Jet" de la FACh. El 28 de abril del año 1954, el primer DH-115 "Vampire" realizó su vuelo experimental al mando de George Errinton, piloto de prueba e ingeniero británico de la compañía De Havilland, quien despegó en un vuelo de aceptación que se prolongó por alrededor de una hora.
Al día siguiente, el Comandante del Grupo (A) René laniszewski se convirtió en el primer aviador Chileno que voló el avión a retroimpulso en el cielo nacional en un vuelo que duró 1 hora y 5 minutos. En ese entonces, se hablaba de los aviones a chorro, ya que causaban gran asombro por el fuerte ruido de sus turbinas, el cual se percibía varios segundos después que la aeronave pasaba.
Con la llegada de este avión, se reactivó el Grupo de Aviación N°7 en la Base Aérea "Los Cerrillos", iniciándose en noviembre de ese año el primer curso de pilotos de aviones a reacción en Chile. Posteriormente, fueron destinados en calidad de Escuadrilla "Vampiros" al Grupo de Aviación N°8, en la Base Aérea Cerro Moreno, Antofagasta.
Dato curioso es que el "Vampire" incorporaba partes de madera en su fuselaje. La lista de los aviones con turbo-reactores se engrosaría desde ese entonces con los Lockheed Martin F-80 Shooting Star en 1957, Hawker Hunter recibidos en 1967, los Cessna A-37 Dragonfly recibidos en 1975 y luego los Casa/Enaer A-36 "Halcón". Finalmente vendrían los Supersónicos Northrop F-5E Tigre lll, Mirage Pantera y los Lockheed Martin F-16 C/D Block 50 y MLU. (Luis Andrés Lautaro)