Las Fuerzas Militares de Colombia juegan un papel crucial en un país que afronta retos importantes en materia de seguridad. Para cumplir con su misión requieren de un constante abastecimiento de material de defensa, moderno y efectivo, cuya adquisición es un proceso complejo y estratégico que involucra una serie de desafíos, desde la identificación de las necesidades operativas hasta la selección de proveedores y la gestión de recursos financieros.
El presupuesto de Defensa programado para 2024 experimenta un significativo aumento del 9 por ciento, alcanzando los 37,4 billones de pesos, frente a los 30,9 del año anterior, con un incremento en la inversión para la compra de nuevos equipos, al pasar de 1,9 billones a 3,2 billones de pesos. La cotización a mediados de noviembre era de 4.372 pesos colombianos por euro. A pesar de la incertidumbre en los ingresos y la creciente deuda, el Gobierno busca equilibrar la financiación de políticas sociales con la estabilidad financiera del país.
Para respaldar este aumento en el gasto público, se espera un incremento del 18,7 por ciento en los ingresos tributarios, alrededor de 41 billones de pesos, impulsado por reformas tributarias y medidas contra la evasión fiscal. Sin embargo, las estimaciones de ingresos son inciertas, lo que podría afectar la capacidad del Gobierno para financiar su plan de gastos, incluido el presupuesto de Defensa. Además, se enfrenta al desafío adicional de la deuda, con un pago previsto de 98 billones de pesos en 2024, representando un aumento del 20 por ciento en comparación con el año anterior.
En este marco abre sus puertas, del 5 al 7 de diciembre Expodefensa Colombia, el gran encuentro de la industria de defensa que cada dos años acoge el país y en el que estamos presentes.
Analizamos en artículos sucesivos en defensa.com los programas principales del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, cada una de ellas con requisitos específicos en cuanto a material de defensa. (Carlos Vanegas)
