En un hecho inédito en Latinoamérica, Colombia expulso a dos diplomáticos de la embajada rusa en Colombia por actos de espionaje. En una operación de contra inteligencia denominada “Enigma”, se habría detectado que los funcionarios rusos Aleksandr Nikolayevich Belousov y Aleksandr Paristov estaban en contacto con ciudadanos colombianos que pasaban información a cambio de importantes sumas de dinero sobre la infraestructura energética de Colombia, la capacidad en tecnología e incluso sobre las capacidades de la inteligencia militar.
Se puedo establecer que el personal ruso expulsado formaba parte del GRU (Departamento Central de Inteligencia), el servicio de inteligencia de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa y del SVR (Servicio de Inteligencia Exterior), el cual practica el reclutamiento de ciudadanos rusos y locales que viven en países que son de interés para el Kremlin, con el fin de posicionar informantes en las altas esferas de organismos estatales y privados para obtener información.
Una vez conocida esta información por el presidente de Colombia Iván Duque, el embajador ruso Sergei Koshkin, fue citado por la cancillería colombiana el pasado 7 de diciembre, explicándosele la situación de manera verbal y dándose un plazo de 24 horas para que este personal abandonara el país, la respuesta rusa no se hizo esperar y dos diplomáticos de la embajada de Colombia en Rusia fueron expulsados, justificando este accionar como un acto simétrico a la decisión tomada por Colombia.
El presidente de Colombia, Iván Duque, en declaraciones el pasado 22 de diciembre manifestó que “el país se guía por los protocolos de la convención de Viena y cualquiera que esté por fuera de los principios de esa convención tendrá que salir del país, quien viola los principios de la convención de Viena no puede estar en representación diplomática (…)se debe ser contundente en no permitir ningún tipo de injerencia, manipulación o intención que trate de minar la libertad de los ciudadanos cuando se van a las urnas”.
Pero el tema del espionaje ruso en Colombia va mas allá de los dos diplomáticos expulsados, actualmente la inteligencia de Colombia ha podido establecer que en la embajada rusa en Bogotá permanece actualmente personal de este perfil, siendo posible que este tipo de prácticas se este realizando en otros países de la región, contrastando esto con el apoyo político y militar de Moscú al régimen venezolano de Nicolás Maduro. (Carlos Vanegas, corresponsal Grupo Edefa en Colombia)