F-16, Rafale, Gripen y, de nuevo, el Eurofighter, campaña que lidera España en Airbus Defense and Space, entraría en la terna de candidatos a sustituir el Kfir en la Fuerza Aérea Colombiana. Se espera así, para el próximo mes de enero, se publique una revisión del programa que incluya entre los candidatos al caza europeo, ofrecido en 2018 pero fuera de la foto desde 2020.
El éxito de la propuesta española pasaría por un buen empujón del Gobierno español, a lo Macron, que, en la línea habitual de fuerte apoyo a su industria, ha descolgado el teléfono para venderle a Petro el Rafale, que ya fuera anunciado como el elegido, lo que no ha llegado de momento a puerto final por cuestión de plazos y formas de pago. Colombia no está en el mejor momento de sus relaciones con Estados Unidos, lo que puede entorpecer el camino del F-16 de Lockheed Martin, y Saab, por su parte, lleva adelante una fuerte campaña de presión que cuenta con el claro apoyo del Brasil de Lula da Silva, en base a los acuerdos que compensación industrial suscritos entre Embraer y la sueca a cuenta del Gripen, que dota a la Fuerza Aérea brasileira.
Esto es, que Colombia elija el Gripen sería bueno para Brasil, así que fabricante sueco y gobierno brasileño empujan a la par. Es, a grosso modo, el panorama de los postulantes, el del comprador nada en la larga indefinición y la cuestión presupuestaria. Pero, o Colombia da el paso, o el Kfir no da más de sí y la Fuerza Aérea se quedará sin avión de combate de superioridad aérea.
El costo de mantenimiento de la aeronave para extender su vida operativa hasta la extenuación está siendo muy alto, más allá de la cuestión de los repuestos, en momentos, además, en que el gobierno colombiano ha tensado la cuerda de las relaciones con Israel por la cuestión de Gaza. Todo ello impone una decisión que no puede posponerse más.
La Fuerza Aérea de Colombia había realizado solicitudes de información sobre el Eurofighter en los años 2015 y 2016, en noviembre del 2018 se volvió a pedir información sobre el avión, la oferta de Airbus Defense and Space ofrecía entonces 15 aviones nuevos de la Trancha 3, con soporte técnico y logístico. No se descartaba entonces que Colombia optara por cazas de segunda mano de los inventarios del Ejército del Aire español, en cuyo caso la empresa europea facilitaría todo lo necesario para la modernización.
Hoy se hablaría, en principio, solo de aviones nuevos, 16 en total, y de un presupuesto de unos 3.500 millones de dólares, sometido a la necesidad, o no, de un nuevo CONPES, documento de inversión del Consejo Nacional de Política Económica y Social de Colombia que recoja la cifra que se precisa con el propósito de buscar recursos y cumplir los requerimientos fiscales y presupuestales. Lo que no ha cambiado en la ecuación es el necesario grado de implicación del Gobierno español para llevar a buen puerto la venta.
Airbus Defense and Space mira a Colombia
Más allá del Eurofigther, Airbus Defense and Space ha promocionado en Colombia, en la recientemente clausurada Expodefensa 2023, el C295, en un marco de necesario reemplazo de los Antonov en el país. Los C295 llegaron a Colombia en 2008, se adquirieron 6 unidades que están adscritas al Comando Aéreo de Transporte Militar, CATAM, ubicado en Bogotá y de cuya inspección mayor se encarga, en virtud de los acuerdos suscritos, la Corporación de la Industria Aeronáutica Colombiana, CIAC, de la mano del fabricante. CIAC es, además, partner de Airbus DS en el SIRTAP, la Aeronave Remotamente Tripulada (ART) de altas prestaciones que el gobierno Español ya ha comprado y que se espera incorpore Colombia.
El A330 MRTT es el otro gran objetivo del fabricante europeo en el país, siguiendo la estela de Brasil, que adquirió, en el marco del programa KC-X3, luego denominado KC-30, dos aeronaves A330 para su Fuerza Aérea para reconvertirlos al estándar MRTT como respuesta a las entonces necesidades en el transporte de insumos para combatir la pandemia del coronavirus. Su empleo en trayectos que exigen ahora de numerosas escalas es una clara necesidad en toda la región.
Por último, y con la predisposición de España a colaborar en el ámbito aeroespacial con América Latina, el capítulo satelital está también claramente en el foco, más allá de la propia Colombia, en Chile el Sistema Nacional Satelital busca medios y el Perú-SAT exigirá en breve un reemplazo.
