El teniente coronel Porfirio Cedeño Cedeño, comandante del Grupo de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), fue asesinado a tiros la mañana del 14 de febrero en Guayaquil. El ataque ocurrió alrededor de las 07:30 horas, cuando Cedeño se dirigía a una ceremonia militar en Manta para conmemorar el 30.º aniversario de la victoria aérea en la Guerra del Cenepa de 1995.
El vehículo en el que viajaba Cedeño fue interceptado por sicarios cerca de la Penitenciaría del Litoral, en la vía a Daule. Los atacantes, que utilizaron motocicletas y un automóvil Kia en el asesinato, aprovecharon el tráfico congestionado para abrir fuego contra su objetivo. Las autoridades encontraron en la escena del crimen más de 20 casquillos de bala.
El conductor del vehículo, un cabo primero, resultó herido en una pierna y fue trasladado a un hospital local. Las autoridades encontraron un vehículo incinerado cerca del lugar del ataque, el cual sospechan que puede haber sido el utilizado por los sicarios.
Clima extremo de violencia
Este asesinato se suma a la serie de ataques contra funcionarios públicos y militares en Ecuador, país que enfrenta una creciente ola de violencia relacionada con el crimen organizado. El gobierno ecuatoriano ha declarado el hecho como un acto de terrorismo y ha activado una línea de recompensa para obtener información sobre los responsables.
El teniente coronel Cedeño estaba a cargo de coordinar operativos contra el narcotráfico y las mafias de sicarios y extorsionadores que operan en la región. Su asesinato representa un duro golpe para las fuerzas de seguridad ecuatorianas en su lucha contra el crimen organizado.
La seguridad en Ecuador atraviesa una grave crisis marcada por un clima de violencia extrema que el gobierno ha calificado como un "estado de guerra". Desde inicios de 2024, el presidente Daniel Noboa declaró un conflicto armado interno para enfrentar a las bandas criminales, denominadas "grupos terroristas". Este conflicto refleja la lucha contra organizaciones delictivas vinculadas al narcotráfico, extorsión y control territorial. Entre enero y mediados de febrero de 2025, se contabilizaron más de 1.000 homicidios, lo que equivale a uno por hora, ciudades como Guayaquil y Durán son epicentros de esta violencia.
La crisis de seguridad se ha intensificado en medio del marco electoral, unas elecciones presidenciales que han generado un panorama político polarizado y competitivo. La primera vuelta se celebró el 9 de febrero, y los resultados no permitieron definir un ganador directo, lo que llevará a una segunda vuelta el próximo 13 de abril entre los dos candidatos más votados: el actual presidente, Daniel Noboa, y Luisa González, representante del correísmo. (Esteban Maiza)
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