Los máximos jefes militares de Perú y Ecuador se reunieron en Arenillas (Ecuador) para desarrollar acciones que fortalezcan el control y la seguridad en la línea limítrofe, un coladero de armas, y acordaron 7 compromisos para combatir el contrabando en la frontera común y garantizar la seguridad de la población.
Durante el encuentro el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador, general Nelson Proaño, y su homólogo de Perú, general Manuel Gómez de la Torre, avanzaron en la coordinación de acciones de Inteligencia para responder a ese creciente flagelo. Entre los pactos alcanzados destaca la articulación de acciones para el control, la vigilancia y la neutralización de los pasos ilegales existentes en diferentes sectores de la frontera común.
También se desarrollarán mecanismos para el intercambio efectivo de información que permita mejorar el esfuerzo operativo en el territorio fronterizo para combatir al narcotráfico y los delitos conexos. Asimismo, se buscarán estrategias para mitigar o erradicar la migración irregular y la minería ilegal a través de la ejecución de operaciones coordinadas y simultáneas entre ambos.
Proaño manifestó su complacencia por la reunión e indicó que forma parte de los esfuerzos que vienen realizando las Fuerzas Armadas de Ecuador para fortalecer la seguridad a lo largo de las fronteras nacionales. Destacó que es un permanente anhelo de las Fuerzas Armadas, mediante estos encuentros binacionales, llenos de patriotismo y profesionalismo, reafirmar el compromiso de hermandad y trabajo coordinado que tenemos las instituciones militares.
Dejó claro que estas acciones permitirán ejercer una mayor presencia del Estado en la zona, por lo que indicó que es necesario promover los diálogos que culminen en acciones más concretas para fortalecer el control, la seguridad, la paz y la tranquilidad de toda la población. Explicó que estos encuentros forman parte de las estrategias que buscan poner fin al aumento sin precedentes de la fabricación de cocaína y la expansión de las drogas sintéticas a nuevos mercados. Proaño destacó además los daños que produce el narcotráfico en las naciones, al generar un espectro de amenazas a la seguridad, la vida, el medio ambiente, la paz, la democracia.
El Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Perú, Manuel Gómez De La Torre, indicó que la jornada permitió diagnosticar la dimensión real de los problemas que afectan a la frontera.
También aseguró que el intercambio de información e inteligencia es un factor fundamental para mitigar el tráfico de armas, municiones y explosivos, así como la minería, la tala y la migración ilegal. Puntualizó que el intercambio de información permitirá desarrollar estrategias efectivas que fortalecerán nuestras potenciales capacidades para hacer frente a las amenazas comunes. Según informes de seguridad las rutas por las que ingresan la mayor cantidad de armas ilegales, municiones y explosivos se encuentran en las provincias de El Oro y Loja, con mayor precisión en Huaquillas y Macará, poblaciones serían escogidas por los traficantes, gracias a la existencia de al menos 100 trochas o pasos ilegales.
La Policía Nacional ha recomendado ejercer un mayor control sobre las empresas de seguridad e importadores de armas de fuego, ya que desde enero de 2020 hasta agosto de 2022, se incautaron unas 18.923 en distintos operativos de control. El consejero de Seguridad Nacional ecuatoriano, Paco Moncayo, manifestó que el Decreto 730, con el que el presidente de la República, Guillermo Lasso, ordena a las Fuerzas Armadas trabajar de forma conjunta para combatir de forma efectiva e inmediata la amenaza terrorista, contiene decisiones fundamentales para acabar con este flagelo. Moncayo dijo que el Decreto cambia de forma radical la forma como en Ecuador se ha combatido al crimen organizado transnacional. Acotó que eso se logró tras la reclasificación de las actividades de estos grupos como terroristas.
El COSEPE (Consejo de Seguridad Pública y del Estado) le ha entregado al Ecuador las herramientas y opciones para combatir el crimen organizado con la fuerza, la contundencia y la efectividad que nos asegure volver a ser la isla de paz que antes fuimos, remarcó. Explicó que se inicia un proceso en el que el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y el Comando de la Policía Nacional, deben realizar una planificación estratégica para emitir las disposiciones para la actuación coordinada de ambos cuerpos como un equipo para alcanzar el objetivo previsto.
Moncayo detalló que dentro del Decreto 730 también se solicita garantizar la seguridad de los funcionarios militares y policiales que deban enfrentar a la Justicia como resultado de las acciones que emprendan para el resguardo de la vida de los ecuatorianos. Nosotros queremos que nuestros policías y nuestros militares sepan que están protegidos, remarcó.