Continuando en el marco de FIDAE 2022 nuestro repaso a las capacidades de la Fuerza Aérea de Chile, abordamos ahora los recursos invertidos en la capacidad AWACS, la flota de aviones de transporte y la de helicópteros.
En el ámbito de los helicópteros se encuentran plenamente operativos los 6 Sikorsky MH-60M Black Hawk adquiridos nuevos, que fueron a engrosar, único de la versión S-70A-39 que estuvo en servicio en solitario durante años; los 17 Bell 412EP/SP y la flota de más de una decena de UH-1H aun operativos, que pronto tendrán que ser reemplazados. A ellos se suman 5 Bell 206B de instrucción. La geografía nacional y los eventos y desastres naturales han demostrado el rol fundamental que cumplen los helicópteros de la FACh, lo que justificaría con creces el reemplazo de los UH-1H.
Significativo ha sido el aumento en la capacidad de transporte del Grupo N°10 de la Fuerza Aérea de Chile. Tras la baja de los Learjet 35A, se han integrado nuevos ejemplares del Gulfstream IV, encontrándose 4 en servicio. De igual forma ha aumentado el número de Hercules C-130 tras la incorporación de 2 ejemplares de segunda mano recibidos de los Estados Unidos, quedando conformada la línea con 4 C-130H y 3 KC-130R/H, después de la merecida retirada del último C-130B.
En poco tiempo se deberá encarar el inevitable reemplazo de los venerables Bell UH-1H en la FACh
Actualización de la flota de Hercules
La modernización de los Hercules en ENAER, en algunos casos con la instalación de un cabina de pilotaje digital con el CMS Electronics Cockpit 9000, el sistema de navegación Integri Flight en combinación con un receptor de posicionamiento global WAAS-GPS (Wide Area Augmentation System) y visión nocturna NVIS (Night Vision Imaging System) y sistemas digitales de monitorización de los motores EIDS (Engine Indicator Display System) de dos pantallas planas EFPD (Engine Flat Panel Display), con los cuales que la tripulación ve los parámetros de potencia y de funcionamiento de sistemas auxiliares.
Disponen también de un panel de control de motor EDCP (Engine Display Control Panel). Dichas modificaciones de la mano con la certificación de ENAER para las grandes revisiones PDM (Programmed Depot Maintenance) y la reparación de los motores Allison T-56, aseguran y garantizan la proyección operativa de la flota Hercules del Grupo N°10, pudiéndose postergar la evaluación de un eventual reemplazo.
A la flota C-130, se agregan 1 Boeing 767-300ER, 1 73758N, 1 -330QC (Quick Change, de rápida conversión de transporte de pasajeros a carga), 3 KC-135E -uno de los cuales se encuentra en los Estados Unidos-, al menos una decena de De Havilland of Canada DHC-6-100/300 Twin Otter modernizados por ENAER (varios con nueva cabina de pilotaje digitali) y 3 Airbus DS C212-200/300 Aviocar. Resulta significativa la implementación de depósitos auxiliares para los DHC-6, proyecto igualmente desarrollado por ENAER, aumentando en 3 h. de vuelo el alcance de este biturbohélice.
Los DHC-6 Twin Otter de la FACh siguen siendo irremplazables en el apoyo a las comunidades más aisladas del sur de Chile.
Capacidad AWACS
Se mantiene en servicio, aunque por poco tiempo, el Boeing EB-707 Cóndor, plataforma que destaca por su efecto multiplicador al ejecutar misiones AEW (Airborne Early Warning)/ELINT (Electronic Intelligence)/SIGINT (Signal Intelligence) de alerta temprana e inteligencia electrónica y de señales, pese a la vetustez de su célula y su talón de Aquiles, los motores Pratt & Whitney JT3C. En esta esfera es crucial la compra de 3 ejemplares (uno de ellos para canibalizar y proporcionar repuestos) del Boeing E-3D Sentry a la RAF (Royal Air Force) británica por 50 millones de dólares.
Esta nueva capacidad AWACS permitirá dar de baja el EB-707 Cóndor, que ya sufre de severos problemas de obsolescencias. aumentando significativamente las capacidades de la dupla F-16/KC-135. La insoluble falta de profundidad estratégica del territorio chileno requiere de medios de alerta temprana y control, siendo justamente los E-3D una solución viable y accesible. Resulta inevitable que ciertos equipos y sistemas clasificados serán desmontados y que la FACh deberá invertir en su adaptación a los requerimientos nacionales.
En lo que respecta este segmento, se suman los sistemas aéreos no tripulados, o UAS (Unmanned Aerial System) israelíes Elbit Hermes 900 y los pequeños Mantis de la española Indra. Cierra el área transportes 2 Cessna O-2A Skymaster, que cumplen la no menor función de búsqueda y salvamento, o SAR (Search and Rescue), en Isla de Pascua.
En el ámbito entrenamiento, ENAER estaría apuntando al primer vuelo del T-35 Pillán II en 2023, que deberían sustituir a la treintena de T-35A/B/E Pillan actualmente operativos en la Escuela de Aviación, sita en la Base Aérea El Bosque, en la capital del país. El desarrollo va de la mano de las nuevas exigencias que el futuro piloto militar enfrentará en su carrera, estrechando el espacio tecnológico al nivel superior que significan los Cessna CJ-1 y los Super Tucano. Contará con una nueva planta propulsora y se proyecta la realización de una versión con turbohélice de mejores prestaciones. La cabina será del tipo Glass Cockpit e integrará un sistema de debriefing digital desarrollado en Chile por DTS. Tras la baja de los Piper PA-28-236, se encuentran operativos 8 SR22T.
Los T-35 Pillán de la Fuerza Aérea de Chile debieran tener nueva vida si efectivamente el programa de ENAER Pillan II se concreta
Conclusiones
Pese a un postergado requerimiento, la FACh sigue carente de un avión de transporte mediano del segmento del Leonardo C-27J Spartan y del Airbus DS C295M. Si bien el aumento de la flota de C-130 ha elevado y mejorado las capacidades de transporte, quedando ampliamente demostradas en la pandemia del COVID-19, el vacío entre el Hercules y el Twin Otter refleja la necesidad de encarar la adopción de un avión con capacidad entre 9 y 11 ton.
Con más de 4 décadas en servicio, se deberá enfrentar el reemplazo de los Bell UH-1H para mantener inalteradas sus capacidades de transporte vertical. Para ello no es probable que la institución mantenga su línea de homogeneidad apuntando a productos de Bell o Sikorsky, que supone unos elevadísimos costes de operación, entrando en el juego otros fabricantes. (Cristián Marambio)
Fotografía portada: La llegada de nuevos C-130 a la Fuerza Aérea de Chile se traduce en un importante aumento en la capacidad de transporte
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