La necesidad de avanzar en capacidades, y de adaptarse a las tecnologías disruptivas que llegan para complementar a otras más aposentadas, ha llevado a los máximos responsables de la Marina de Guerra de Perú a apostar por nuevos diseños de vehículos navales autónomos que están siendo probados para validar sus capacidades en el ámbito marino.
Durante la última edición de SITDEF pudimos conocer varios de los vehículos navales autónomos que podrían estar validándose desde hace ya algún tiempo en la Marina de Guerra de Perú. En concreto, presentaban en su pabellón tres de los que nos hacemos eco. Uno de ellos sería el Wave Glider de la estadounidense Liquid Robotics -subsidiaria de Boeing- una nave autónoma de unos tres metros de eslora que ha sido diseñada para llevar a cabo misiones persistentes que pueden llegar a tener un año de duración.
Se aprecian las formas de la nave Wave Glider pensada para operar de forma autónoma por un periodo de un año. (Octavio Díez Cámara)
Parte del sistema usado por la Marina de Guerra de Perú es la nave que se desplaza por superficie y que ha estado diseñada para operar en las complejas condiciones oceánicas. Incluye una superficie superior con células captadoras de energía solar y un sistema que recoge también energía de las olas que alimentan una batería de iones de litio recargables.
Permite al equipo su desplazamiento para materializar misiones de reconocimiento oceanográfico autónomo con las que obtener datos de temperatura, salinidad, oxígeno, altura de las olas, dirección periodos de olas y corrientes en columnas de agua de 100 metros de profundidad; su navegación puede dirigirse por control remoto gracias a un receptor AIS y un sistema de comunicaciones satelital, recibiéndose en la estación de control la información captada en tiempo casi real.
Otras soluciones
Buscan complementar a vehículo naval autónomo Wave Glider con otro navío al que definen como Proyecto de Vehículo de Superficie no Tripulado. Se trata de una embarcación, caracterizada por un vistoso color naranja y las letras “naval” en su vela para facilitar su identificación, que ha sido concebida para la recolección de datos científicos en tiempo real y realizar, gracias a su capacidad de navegación en modo autónomo, misiones de investigación en los océanos de todo el mundo.
Tiene configuración que lo asemejan a un velero e incluye paneles solares para alimentar los equipos. Se estaría usando para validar tecnologías y capacidades relacionadas con el uso de energías renovables, navegación autónoma, instrumentación científica, comunicación y control remoto, resistencia y durabilidad, y versatilidad y adaptabilidad.
Así es la nave resultante del Proyecto de Vehículo de Superficie no Tripulado de la Marina de Guerra de Perú. (Octavio Díez Cámara)
Se complementan en la Marina de Guerra de Perú con otro vehículo naval autónomo. Se trata del sistema submarino del tipo Hugin 3000 de la sueca Kongsberg. Se corresponde con una nave tipo AUV (Autonomous Underwater Vehicle) que, configurada como un robot submarino programable para actuar en aquellos cometidos que se le asignen, se desplazaría por debajo del agua para poder realizar mapeos del fondo marino, inspecciones de tuberías y estructuras submarinas, detección de objetos en suspensión que incluirían las minas, detección de escapes de gases o cooperar en labores de búsqueda y arqueología submarina.
Es capaz de bajar a 3000 metros de profundidad y se mueve a velocidades de 2 a 6 nudos, y cuenta con ecosonda multihaz, sonar de barrido lateral, perfilador de subsuelo y, entre otros equipos, sensor de presencia de hidrocarburos. El empleo de estos sistemas brinda nuevas experiencias a la Marina de Guerra del Perú. (Octavio Díez Cámara)