Este anuncio hecho por el G/J Padrino López el 9 de agosto, tuvo lugar durante la transmisión de mando en conjunto de los viceministerios del Ministerio del Poder Popular para la Defensa, del 2do Comandante y Jefatura del Estado Mayor Conjunto del Comando Estratégico Operacional de la FANB (CEOFANB), y de los comandantes de las Regiones de Defensa Integral (REDI) N° 2 “Los Andes” y N° 3 “Los Llanos”, en los que asumieron respectivamente el mayor general (GNB) Danny Ferrer Sandrea (Servicios para la Defensa), almirante Noris Amparo Negrón Rangel (Planificación y Desarrollo), almirante Carlos Antonio Vargas Escalona (Inspectoría General), mayor general (Ejército) José Moreno Martínez (CEOFANB), mayor general (Ejército) Manuel Enrique Castillo Rengifo (REDI N° 2 “Los Andes”) y mayor general (Aviación) Sidney Ramón Lázaro (REDI N° 3 “Los Llanos”).
El inicio del siglo XXI ha marcado un periodo de transición política para Colombia y Venezuela, a nivel diplomático y de seguridad, por un lado, la llegada a la presidencia de Venezuela del teniente coronel (R) Hugo Chávez y, por otro, la expansión del Plan Colombia por parte de Washington, cuyo propósito principal ha sido la lucha contra las drogas, pero que en la práctica ha significado un aumento de la presencia militar de Estados Unidos en territorio colombiano, conduciendo esta política de acercamiento entre la Casa de Nariño y la Casa Blanca, a una serie de decisiones y posturas que alejaron a las dos naciones vecinas, y que en la práctica ha estado marcadas por rupturas que han ido en detrimento de las condiciones de vida para los colombianos y venezolanos que viven en frontera ante la amenaza de las fuerzas irregulares y de las organizaciones criminales que operan en la frontera entre ambos países.
Para Andrei Serbin Pont, Director de CRIES y analista internacional argentino, “el restablecimiento de relaciones militares Venezuela-Colombia es una buena noticia por dos razones: la falta de cooperación facilitó las operaciones con impunidad de grupo armados para estatales en la frontera y en segundo lugar, la falta de cooperación fomenta condiciones de conflictividad. Claramente esto es una apreciación con énfasis en lo operativo y lo táctico, otro análisis corresponde para entender lo que implica en términos estratégicos/políticos, sobretodo en un contexto regional y global que reduce presión sobre régimen de Maduro y le ofrece oportunidades”.
Sin embargo, antes de la llegada de Gustavo Petro a la presidencia de la República de Colombia, el ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Carlos Faría, y el canciller designado de Colombia, Álvaro Leyva, han sostenido encuentros que buscan el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas a nivel de embajadores y servicios consulares, pero de acuerdo a lo señalado por el presidente Petro el martes 9 en la noche durante una actividad en conmemoración al aniversario de los pueblos originarios de América, estos tardarían cerca de dos meses. (Douglas Bravo)